Responsable internacional de la Federación de Profesionales y Empresarias BPW España

La empresaria Rana Ezzeddine El Sayed es responsable del comité internacional de la Federación de profesionales y emprendedoras BPW Spain. Estos días participa en Asturias en un congreso en el que las asociadas asturianas de Asociación Empresa Mujer (ASEM) ejercieron de anfitrionas.

-A pesar de su éxito profesional, decide emprender en plena crisis. ¿Ha merecido la pena?

-Sí, aunque la gente me tratase entonces de loca. Antes trabajé en el departamento de exportación de varias industrias y conocía bien los mercados donde podía moverme y la mentalidad de producto y consumo de estos mercados. Me lancé a hacer mi propio producto y mi propia empresa porque sabía que había garantías de éxito.

-Además, se atrevió con un sector en crisis, dentro de la crisis: la construcción.

-Desde luego aquí no hay mercado, pero fuera sí. En Oriente Medio, el Golfo Pérsico y América Latina lo hay. Y no sólo en mi sector, los empresarios tenemos muchas oportunidades si miramos a países emergentes africanos. Por cercanía, razones de transporte y logística, y porque están en desarrollo. Deberíamos atender sus demandas, que son muchas. También hay negocio en los países asiáticos, incluso en Latinoamérica, que siempre hemos estado más atentos por la cercanía cultural.

-¿La internacionalización es la solución?

-Lo es, es necesaria en cualquier empresa. Hay que pensar más en global. Es el problema de las empresas españolas.

-¿Las empresas españolas llegan tarde?

-Por desgracia, la industria española hasta ahora no se preocupaba por dedicar tiempo y dinero en departamentos de exportación para salir y vender el producto fuera. Ha tenido que venir la crisis para que nos pusiésemos las pilas. La gente no salía. Ahora empezamos a pensar que la internacionalización es una solución. Y es verdad. Pero deberían haberse preparado antes. Si hubieran dedicado tiempo a preparar su empresa no estarían donde están. Todos sabíamos que la construcción iba a parar y no hicimos nada.

-¿Qué consejo le daría a los empresarios que piensan en salir fuera?

-Hay que ser muy constante e insistir. Que no se asusten a la hora de salir fuera, pero que vayan preparados. La desesperación no conduce a nada. Conozco muchos casos en que, por esa desesperación, sólo venden una vez.