Cuatro miembros de una misma familia -la madre, de 50 años; sus dos hijos de 31 y 33 años y un sobrino de esta, de 38- han sido detenidos por la Policía Nacional de Avilés como presuntos responsables de un negocio de tráfico de drogas que llevaban a cabo en el domicilio familiar, en el barrio de Versalles. Los arrestados traficaban con hachís y habían convertido la venta de esta sustancia estupefaciente en su principal fuente de ingresos, según medios policiales.

La investigación comenzó después de que los agentes recabaran y cotejaran numerosa información. Las pesquisas llevaron a los agentes al piso de esta familia de Versalles, definido por los policías como «uno de los puntos de distribución de hachís más activos de Avilés». Los clientes habituales, siempre según fuentes próximas al caso, eran jóvenes de la ciudad y de otras localidades, muchos menores de edad.

Aunque todos los detenidos participan de una u otra forma en la venta de la droga, uno de los arrestados figura como el principal responsable del negocio familiar. Este gestionaba la adquisición del hachís, su distribución y la administración de las ganancias. El resto de los integrantes de la familia realizaba la venta cuando el «cabecilla» se encontraba ausente o durmiendo. «Tal es la dependencia de esta familia al tráfico de drogas que el principal responsable apenas salía de la vivienda», aseguraron medios policiales. La venta se solía realizar en horario vespertino.

Los agentes, una vez que obtuvieron las pruebas necesarias que argumentaran el tráfico de drogas en la vivienda de Versalles y con autorización del Juzgado de instrucción número 1 de Avilés, procedieron a realizar las detenciones. Intervinieron en la vivienda 1.100 dosis de hachís -parte de ellas repartidas en trozos y listas para su distribución-, quinientos euros fraccionados en billetes y una báscula de precisión.