Avilés no ha tomado con decisión las riendas del liderazgo comarcal, y son demasiadas las cortapisas que existen para que se pueda desarrollar con éxito un proceso de regeneración urbana integrada. Éstas son dos de las conclusiones del foro de debate realizado en Avilés por el Grupo de Estudios Jurídico-Sociales sobre Territorio y Desarrollo Sostenible, vinculado a la Universidad de Oviedo. La sesión se celebró en enero en el Centro de Servicios Universitarios, y en ella participaron el geógrafo Aladino Fernández, el economista Manuel Hernández Muñiz y la catedrática de Derecho Administrativo Rosario Alonso.

Según el documento elaborado por estos expertos, Avilés carece aún «del elemento aglutinador que simbolice la ciudad», pese a la rica imagen urbana que posee. «Las estrategias de desarrollo urbano de las principales ciudades españolas posibilitaban el crecimiento urbano desde la previa identificación de sus componentes más significativos. Avilés también contó con un proceso de reflexión al respecto, a través del plan estratégico «Avilés 2000», donde quedaban identificadas líneas propias, en una apuesta de futuro que sin embargo la planificación urbanística no ha logrado modificar más que muy parcialmente y de manera sectorial, en un proceso en que no fueron ajenos los cambios de signo político en los sucesivos gobiernos municipales».

El tirón de orejas, en lo que se refiere a los procesos de regeneración urbana integrada -que tienen en cuenta la cohesión social, la responsabilidad ambiental y la integración urbana- se debe a que la metodología presenta serias dificultades. Y es «como consecuencia de las presiones locales, de los condicionantes procedentes del propio funcionamiento de los partidos políticos, de la organización administrativa y de gobierno existente que se desenvuelven como estructuras de gestión pública insuficientes, la falta de cooperación municipal y la falta de experiencia en el desarrollo de actuaciones con aproximación integrada, convergente y enfoques estratégicos y de totalidad».

Los expertos consideran que uno de los principales retos que tiene que asumir Avilés es el de potenciar la mirada comarcal. «Acierta Avilés cuando coopera con sus concejos vecinos en sectores como la puesta en marcha de estrategias turísticas. Pero necesita vincularse con más decisión, peso y opinión en la ordenación del ámbito metropolitano comarcal, espacio que precisa de regeneración urbanística y de liderazgo». Para cumplir con este objetivo hacen falta diagnósticos adecuados e impulso político. «Los diagnósticos que llevan al planeamiento urbanístico municipal (PGOU) no son efectivos, llegan tarde y carecen de proyección convergente e integradora».

«Miradas globales para problemas globales» es lo que Avilés y su comarca necesitan, en opinión de este grupo de trabajo, para resolver temas tales como los transportes ferroviarios, los accesos a la ciudad, Parque Empresarial y puerto, la rehabilitación paisajística de los bordes urbanos en su ensamblaje con las áreas industriales y la ría... Y lo mismo para los procesos de inversión económica, que no deben quedar al albur de las reglas del mercado: «El liderazgo institucional procedente del sector público debería liderar los procesos de transformación urbanística y territorial, creando el marco y los incentivos suficientes».

Una de las grandes posibilidades que los expertos ven para la ciudad es su ubicación. «Para tener presente tiene que tener futuro: Avilés, la puerta de Asturias».