En relación con las declaraciones de la Asociación de Amigos de la Naturaleza (ver LA NUEVA ESPAÑA de Avilés del pasado 12 de junio) y sobre las que me reservo las acciones que me correspondan en la vía legal pertinente, por considerar que este colectivo vierte expresiones gratuitas cuando no injuriosas contra mi persona y en extensión a otras, sin base ni fundamento de veracidad alguna, me veo en la necesidad de manifestar lo siguiente:

Primero, que desde mi jubilación como presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, me sigo dedicando, como declaré el día de la despedida del cargo, al mundo del Derecho, mediante asesoramientos, dictámenes, arbitrajes y mediación, que no supongan actuación directa ante los tribunales de justicia, como es públicamente sabido.

Segundo, en cuanto a la sociedad del Espartal, se me solicitó asesoramiento jurídico y mediación ante el dilema de la negativa por parte de algunos órganos de la administración, a poder construir en unos terrenos a los que sentencias judiciales de sala contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia y Tribunal Supremo, así como el propio Principado de Asturias, reconocían ese derecho.

Consecuencia de ello, las tres únicas opciones eran:

A) Autorizar por el Ayuntamiento la construcción en el terreno reconocido por la sentencia, acatando los múltiples fallos judiciales en este sentido.

B) Indemnizar por parte de la Administración para evitar la construcción permitida por las sentencias con un coste tasado en su día en veintidós millones de euros, extremo éste no asumible por el Principado de Asturias y Ayuntamiento de Castrillón, salvo pronunciamiento ante la imposibilidad de ejecutar la sentencia.

C) La permuta de los terrenos mediante convenio, en principio aprobada por el Pleno del Ayuntamiento de Castrillón, solución ésta que considero desde mi punto de vista personal, la menos favorable económicamente para la Sociedad.

Esta fue mi intervención: mediar en uso de mi libertad en el ejercicio profesional, como así vengo haciendo en múltiples actuaciones con aquellas personas, sociedades e instituciones que así me lo requieren.

Sería deseable que en ningún caso se ponga en duda la actuación de personas -como en el caso presente- sin el conocimiento con una base sólida de los hechos y con expresiones que cuando menos dejan abierta las vías judiciales por injurias u otras jurídicamente pertinentes.