"Copla" nació en Miranda para triunfar. Los exquisitos genes de esta bóxer y las enseñanzas a las que ha sido sometida por parte de su criador, Aires del Norte, la han convertido en una campeona nata. Su carrera está cargada de medallas y trofeos, galardones que ha recibido en Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, República Checa, España, Portugal, Alemania y Bélgica. Pero lo que convierte a "Copla" en una perra especial es haber ganado dos veces el concurso de su raza en Alemania, la cuna del bóxer. Es, por tanto, la primera de su raza nacida en España que obtiene dos títulos en el país germano -de joven y de adulta-, donde el nivel de exigencia en los concurso es extremadamente alto, apunta Moisés Santos, junto a Ana Paola Díaz, criadores de Copla en el concejo avilesino. En estos certámenes alcanzó el escalón más alto del podio tras haber sido sometida a exhaustivas valoraciones en los que se puntúa el pedigrí y la morfología del animal.

Dorada y blanca, "Copla" no es una campeona altiva y no se le han subido los premios a la cabeza. Posee, según sus criadores, buen carácter. "Es alegre, activa y disfruta jugando con la pelota", comenta Moisés Santos. En Miranda ha convivido desde su nacimiento con otros perros de su raza y su madre también se crió en el concejo.

El objetivo de todo criador de bóxer es mantener el carácter de la raza (de guarda y vigilancia y muy adecuada para permanecer cerca de los niños), así como su morfología y línea. Se trata de un perro muy bien considerado, anota Moisés Santos, "porque se adapta muy bien a todo tipo de vida y busca el contacto con la gente. Es muy apegado y sociable. Le gusta mucho la compañía". Además, es una raza longeva -vive entre ocho y diez años- aunque se dice que "es el eterno cachorro", añade Santos.

Junto a las grandes cualidades que manifiestan estos perros se encuentran las características propias de su estructura. "Es una raza que no cría muy bien. Al ser braquicéfalo tiene partos complicados y es difícil de criar. Se da una alta mortandad en los cachorros y en cada camada suelen nacer cuatro o cinco", anota el criador de Aires del Norte, acostumbrado a hacer frente a las tres enfermedades hereditarias de esta raza: displasia de cadera, espondilosis de columna y cardiopatías fruto de malformaciones cardíacas. A pesar de verse afectado por estas dolencias, está considerado un perro sufridor ya que "no manifiesta el dolor".

El bóxer no requiere cuidados especiales más allá de los propios de cualquier perro. Tiene el pelo corto, que Moisés Santos recomienda limpiar con toallitas de bebé además de cepillar, y no soporta muy bien el calor. Actualmente, "Copla de Aires del Norte", como así figura en su documento de identidad, se encuentra en Italia, país que con toda probabilidad se convertirá en su futuro hogar ya que una criadora italiana está interesada en ella. Es decir, esta campeona está en proceso de venta, un paso más y muy común en la vida de un perro con una trayectoria cargada de premios. A partir de ahora, y sin "Copla" merodeando por Miranda, Moisés Santos centrará su esfuerzo en la cría de otros bóxers y en hacer de alguno de ellos también un campeón. "Es complicado ya que requiere de mucho entrenamiento y además el animal debe contar con una buena morfología", manifiesta. Pero aunque los títulos que consiguen sus perros le llenan de satisfacción, para él, dice, "todos los perros tienen su valor. Unos están destinados a ser campeones y los otros a la compañía o la cría".