El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente y la primera causa de muerte entre las mujeres. En Asturias se diagnostican cada año 600 nuevos casos de tumores malignos, en el área de Avilés en el año 2012 se detectaron más de 100, de los que una parte eran mujeres asintomáticas que fueron diagnosticadas con el programa de detección precoz (31), y el resto mujeres que acudieron a la consulta por notar algún síntoma sospechoso. Desde que se iniciaron los programas de detección precoz, el número de casos se mantiene estable mientras que la mortalidad se ha reducido de modo notable, gracias a la detección en fases más tempranas y a los avances en los tratamientos.

El día 19 de Octubre el mundo se tiñe de rosa en la lucha contra esta enfermedad, nos apresuramos a buscar el lazo rosa que poner en la solapa, un pequeño gesto que nos acerca a las mujeres que sufren y nos implica más en su lucha, pero en realidad y por desgracia, quien debería involucrarse y no lo hace es el gobierno del PP, quien está llevando a cabo una política que no favorece en nada la lucha contra el cáncer ni el apoyo a quienes lo padecen.

La realización cada dos años de mamografías a mujeres de entre 50-69 años (programa de detección precoz del cáncer de mama) no evita la aparición del cáncer, pero permite diagnosticarlo en fases iniciales permitiendo el tratamiento precoz, lo que mejora enormemente el pronóstico. El uso de estos programas indica el modo en que el gobierno de turno distribuye sus recursos y establece sus prioridades. En el Principado de Asturias se aumentó en 5 años el rango de edad de las mujeres a las que se realizaban estas mamografías cubriendo la prestación también a las de edades comprendidas entre 65 y 69 años. En la Comunidad de Madrid el programa de detección precoz del cáncer de mama lleva 7 meses paralizado por problemas burocráticos al empeñarse en prestar el servicio en clínicas privadas. Dos comunidades, dos gobiernos y dos modelos de gestión de recursos completamente diferente, mientras que en Madrid un gobierno recorta prestaciones, en otras partes de España otros gobiernos intentan no sólo mantenerlas sino ampliarlas. Para que luego digan que todos los partidos son iguales.

Pero el gobierno del Estado no sólo pega el tijeretazo en prevención sino que las personas enfermas de cáncer y otras enfermedades graves tendrán que pagarse el 10% del precio de sus medicamentos. En estos casos el copago como medida disuasoria para recortar el gasto farmacéutico sólo supondrá un problema de adherencia al tratamiento y una disminución de la calidad de vida que acabará generando un mayor coste socio sanitario, además de un aumento de las desigualdades en el acceso a tratamientos vitales.

Y eso por no hablar de los recortes en investigación, o lo que es lo mismo, en nuestro futuro. Sin ir más lejos, leíamos la pasada semana en la prensa que el organismo encargado de luchar contra el cáncer, el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), va a despedir a más de 30 investigadores e investigadoras. Sin posibilidad de generar investigación, con el personal investigador forzado a marcharse de nuestro país, quedaremos fuera de la órbita del desarrollo tecnológico, dependiendo de otros países y yendo a remolque de ellos, empobreciéndonos también en avances contra las enfermedades.

La revista científica Annals of Oncology publicó el mes pasado un estudio en el que ponía de manifiesto que el gasto sanitario está directamente relacionado con las posibilidades de sobrevivir a un cáncer, cuanto más gasta un gobierno en sanidad menor es la mortalidad por esta enfermedad, y sin embargo en este país, los responsables del PP llevan varios años disminuyendo la partida presupuestaria destinada a sanidad hasta el escandaloso 35.6% menos para el 2014. Es un hecho, la mortalidad disminuye cuanto más se invierte en sanidad.

En un día como hoy debemos colaborar en iniciativas solidarias, hacer público nuestro apoyo a la lucha contra el cáncer de mama con el lazo rosa pero siendo críticos y señalando a las personas responsables de estos recortes que no sólo están desmantelando la sanidad pública sino que además demuestran con cada uno de sus actos que la salud de las mujeres no es una de sus prioridades.