Nubledo, Illán GARCÍA
La Casa de Postas de Las Vegas es desde hace meses un tira y afloja entre el propietario del inmueble y el Ayuntamiento. Salvo que el Principado anule la declaración de ruina datada el 17 de mayo de 2012, el inmueble se hará añicos y pondrá fin a más de tres siglos de historia.
Un grupo de técnicos de una consultoría externa al Ayuntamiento, trabajadores municipales y de Cultura visitaron hace unos días el edificio con el fin de documentar la vivienda para enviar, posteriormente, un informe al servicio de Patrimonio previo a la probable demolición. Mientras tanto, las especulaciones sobre el futuro del edificio están encima de la mesa. El propietario desea mantener el inmueble y dice que tan sólo necesita una obra menor para remozar el suelo y el tejado. El Ayuntamiento defiende por su parte haber hecho todos los trámites que ha ordenado Cultura.
El proceso para declarar en ruina este inmueble de la avenida del Principado número 17 de Las Vegas comenzó hace más de diez años. La idea inicial no prosperó y en el año 2004 la Casa de Postas, gobernando la USPC y el PP, se incluyó en el catálogo urbanístico del concejo. Esa inclusión, sin embargo, no implicó que la vivienda estuviera más protegida sino todo lo contrario. Este inmueble datado a mediados del siglo XVIII sufre desde hace años un paulatino desgaste.
En octubre de 2010, la historia de la emblemática casa, que recuerda el pasado rural de Las Vegas, pasa otra página. El día 8 de ese mes, el propietario de la Casa de Postas solicitó por registro que se descatalogara el inmueble «dado su escaso interés arquitectónico, histórico y su situación de mosca en medio del pastel, que dificulta un desarrollo armónico del centro urbano sin que su pervivencia aporte absolutamente nada al concejo». Pese a la petición del promotor de Quintanas de Chacón, el Ayuntamiento aún siguió manteniendo la Casa de Postas en el catálogo urbanístico. El 3 de abril de 2012, el promotor volvió a solicitar que se descatalogara el inmueble. Un mes más tarde, Patrimonio acuerdó informar la ruina del edificio y puso dos condiciones para su aplicación: documentar el inmueble y excluir ese elemento del catálogo.
Meses después, el Ayuntamiento retiró la Casa de Postas de su listado de bienes protegidos, ratificado en octubre del mismo año por Patrimonio teniendo en cuenta «el estado real del edificio y a la imposibilidad de su veraz restauración».
