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La Cofradía inicia el trámite de desahucio de los inquilinos del Nodo que viven ilegales

La entidad propietaria del poblado da un mes de plazo a los vecinos que aún no regularizaron su situación para que entreguen las llaves

La cofradía de pescadores "Virgen de las Mareas", propietaria del poblado del Nodo, comunicó ayer por carta a la veintena de vecinos del barrio que persisten en la ocupación "ilegal" de viviendas que tienen un plazo de un mes para entregar las llaves "pacíficamente" o, en caso contrario, la entidad se verá obligada a iniciar acciones legales para desahuciarlos. Los destinatarios de las misivas son personas y familias que según la cofradía no responden al perfil que según los estatutos de la entidad dan derecho a disfrutar de las viviendas (construidas por el Estado en la década de los años cincuenta del siglo pasado para uso de los pescadores y sus familiares directos) o se niegan a negociar una actualización de la renta.

El patrón mayor de la entidad pesquera, Jesús Galindo, explicó en declaraciones a este diario que la decisión "aún siendo muy amarga, es legal; y también es la única posible que podemos tomar a estas alturas para regularizar de una vez por todas la problemática del Nodo". Galindo aseguró que tiene plena disposición a negociar con las familias en vías de desalojo una solución a cada caso, si bien recalcó que en su calidad de presidente de la Cofradía está obligado a poner por delante de todo los intereses de la entidad y advirtió de que "lo que no es de recibo es que haya gente que sigue pasando olímpicamente del asunto".

En previsión de que el proceso de desahucios en el Nodo genere situaciones dramáticas -como que algunas personas queden sin techo-, Galindo apeló a la responsabilidad de los partidos políticos avilesinos: "Cuando este asunto saltó a la opinión pública, unos y otros salieron a la palestra y cacarearon lo que quisieron, pero las semanas pasaron y las buenas palabras no se concretaron en hechos. Confío en que ahora, si llega el caso, los políticos locales estén a la altura de las circunstancias". Las tentativas habidas para involucrar en el proceso a la Fundación Benéfica San Martín (empresa municipal especializada en la gestión de ayudas para el acceso a la vivienda) no prosperaron, según Galindo, "porque según nos dijeron no disponen de dinero".

La cruz de la moneda son los inquilinos que ayer empezaron a recibir las cartas conminándoles a entregar las llaves de las viviendas que ocupan. Una portavoz vecinal del Nodo aseguró que en el barrio "hay mucha angustia y malestar". Desde el mes de mayo, que fue cuando empezó el proceso para regularizar la ocupación de las viviendas del Poblado de Pescadores, los vecinos promovieron varias reuniones para tratar de fijar una postura conjunta en defensa de sus intereses; no obstante, apenas hubo avances hasta la fecha y la mayoría de afectados por los avisos de desalojo actuaron por libre. Jesús Galindo cifró en "unos veinte" los casos para los que fue posible alcanzar una solución amistosa durante le verano. El resto se enfrenta ahora a la parte más desagradable del proceso: dejar la casa "por las buenas" o arriesgarse a ser objeto de desahucio previa intervención de la Justicia.

La directiva de la Cofradía clasificó en su día a los vecinos del Nodo en varios grupos. A los propietarios -un tercio del poblado- se les hizo saber que deben constituir comunidades de vecinos para asumir los gastos de reparaciones, consumos generales y mantenimiento de los edificios, además del IBI. Los jubilados y viudas mantienen su antiguo status; para ellos no hay cambios toda vez que les asiste el derecho a la ocupación de las viviendas y desde la Cofradía se quiere mantener viva la filosofía social que inspiró la construcción del Nodo. Los arrendatarios con contrato tendrán que actualizarlo y pasar a pagar rentas que en medios vecinales cifran en "más de 300 euros". Y con respecto a los inquilinos sin papeles de alquiler -"okupas" en la jerga que emplea la Cofradía-, tienen tres opciones: comprar la casa, pagar renta o irse de la vivienda.

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