Luanco,
Illán GARCÍA
El cabo Peñas es un enclave prilegiado en Asturias por varios motivo: por su situación geográfica, su potencial turístico y su valor natural tanto de flora como de fauna. El biólogo José Antonio García Cañal ofreció una charla el pasado viernes en el Museo Marítimo de Asturias para contar los secretos de esta "joya" de la biodiversidad, que alberga plantas únicas, como la algodonosa, el lirio de mar, la mielga marina, y especies amenazadas como la amapola marina. En lo que respecta a la fauna, la zona del cabo Peñas acoge cormoranes moñudos, gaviotas patiamarillas y el paíño atlántico común, el halcón peregrino y aves migrantes que descansan en el entorno por temporadas. "El año pasado, encontramos un papamoscas patirrojo, una especie que apenas existe en Asturias; otro tanto pasó con el mosquitero abilistado", destacó García Cañal, que recomendó visitar el entorno del cabo durante este mes para poder admirar esas aves "raras" en la región.
Para el biólogo luanquín, el punto más septentrional de la región goza de una vegetación única, plagado del brezal costero, y eso es un motivo suficiente para explotar esta zona turísticamente aún más. "Evidentemente, toda acción que se tome ha de respetar el ecosistema", apostilló García Cañal, que plantea la idea de fusionar Medio Ambiente y turismo para proponer visitas guiadas a Peñas e interpretar el paisaje indicando las especies animales y plantas que se hallan en el camino. "Ya existen proyectos para ver mariposas", detalló el biólogo. "Por el momento, hablo de las especies que hay en tierra, las del mar me darán para otra charla porque tendremos que referirnos a cetáceos y a decenas de especies submarinas", concluyó José Antonio García Cañal.
La conferencia que García Cañal ofreció en el centro museístico luanquín invitado por la asociación de "Amigos del Museo Marítimo de Asturias", se realizó un día después de que el Ministerior de Medio Ambiente expusiera su interés en declarar al cabo Peñas una zona de especial protección de aves. Con esta medida se pretende aplicar políticas que permitan garantizar la supervivencia de treinta y seis tipos de especies.
