La autorización ambiental concedida a la fábrica avilesina de Saint-Gobain-Cristalería en 2008 establecía un límite de emisión de partículas de menos de 10 micras (PM10) de 50 miligramos por metro cúbico; según el Colectivo Ecologista de Avilés (CEA), lo cierto es que la media de los últimos años fue de 188 miligramos por metro cúbico, más del triple de lo autorizado. La organización ecologista, a la vista de este hecho, ha solicitado al Principado explicaciones de las razones por las que permitió a Cristalería Española emitir durante varios años tres veces más partículas al aire de las permitidas. "Incumplimientos flagrantes de la normativa ambiental, como este de Cristalería que ahora se descubre, dan idea de la tolerancia del Principado con las empresas que contaminan", critica Fructuoso Pontigo, responsable del CEA.

También sorprende a los ecologistas que el Principado proclame que las empresas "contaminan menos", cuando Cristalería en concreto, siempre según los datos de que dispone el CEA, "aumentó sus emisiones de PM10 de 80.000 toneladas en 2001 a 112.247 toneladas en el último año del que hay datos". Otra "sorpresa" es, según los miembros del CEA, "el silencio cómplice de los Ayuntamientos de Avilés y Castrillón en este continuo incumplimiento ambiental que deberían conocer y que hasta ahora el Principado ocultó".

Los ecologistas descubrieron las irregularidades contaminantes de Saint-Gobain leyendo el recientemente presentado Plan de Mejora de Calidad del Aire de la Zona Central. Ese documento, la apuesta del Gobierno regional para mejorar la calidad del aire que se respira en el entorno del puerto de Avilés, explicita la situación descrita por los ecologistas y deja constancia de una solución en ciernes: la instalación de un sistema de filtros para adecuar las emisiones de partículas al valor límite de su autorización ambiental. "Según se desprende del plan de calidad del aire, el Principado llegó a incoar un expediente sancionador a Saint-Gobain y la empresa encargó obras para depurar los humos; pero lo cierto es que ese dispositivo aún está en fase de pruebas", explicó Pontigo.

Al habla con una fuente sindical de la empresa cristalera, este diario supo ayer que la inversión en los filtros se demoró un tiempo "debido a la crisis", que el dispositivo de filtrado de humos "llegó a montarse" pero que al poco tiempo "tuvo una avería". A día de hoy, como afirman en el Colectivo Ecologista, el aparato está "en pruebas". El plan ambiental del Principado minimiza el posible efecto nocivo de las emisiones de Saint-Gobain haciendo constar que "la incidencia (de las emisiones) se ve atenuada por los 91 metros de altura de la chimenea de evacuación".

En comparación con otras industrias del entorno, Cristalería siempre tuvo el aura de ser una de las fábricas más "limpias", pues en su proceso productivo apenas hay emisiones a la atmósfera, a excepción del horno de fusión cuya chimenea es la que, según la denuncia ecologista, soltó a la atmósfera tres veces más partículas de las autorizadas. Saint-Gobain cuenta con una estación de inmisión de la propia empresa que mide PM10, óxidos de nitrógeno y SO2; dicha estación envía automáticamente las mediciones al centro de control de datos de calidad del aire del Principado.