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VIENGSAY VALDÉS | Primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, actúa el viernes en el Centro Niemeyer

"Siendo la primera bailarina de la compañía no te puedes permitir el lujo de fallar"

"Me caso el sábado en Oviedo con Carlos Herrero, en la iglesia de San Juan el Real y de blanco; va a ser muy romántico: lo adoro"

Viengsay Valdés, en una imagen de archivo. Nacho Orejas

Viengsay Valdés (La Habana, Cuba) es la primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba. Regresa a Asturias para dar vida a Julieta en "Shakespeare y sus máscaras", un espectáculo de la compañía que dirige la legendaria Alicia Alonso y que programa el Centro Niemeyer este viernes a partir de las 20.30 horas. Pero esta no es la razón principal de su regreso al Principado. Al día siguiente, el sábado, contraerá matrimonio en la iglesia de San Juan del Real, en Oviedo con el asturiano Carlos Herrero.

-Vuelve a España.

-Desde 1995 esta es mi segunda casa. Vengo frecuentemente, tengo amigos...

-... Y pronto, un marido.

-Sí, sí, el sábado próximo. Me casaré en la iglesia de San Juan del Real, de blanco. Va a ser muy romántico. Mi madre estará conmigo. Mi padre no, pero es porque ya falleció. Carlos Herrero es mi prometido. Nació en Oviedo, pero trabaja en La Habana. Allí fue donde nos conocimos: en 2009. Lo adoro. Es una maravillosa persona. Me entiende muy bien... con tantos trajines como tengo.

-No para de viajar.

-Y él es muy paciente. Fíjese, llevo tres meses en España...

-Pero, nada, el sábado es la boda. Por cierto, tiene un nombre muy curioso.

-Significa "Victoria" en el idioma de Laos. Mis padres fueron embajadores de Cuba allí. Los primeros. Un ministro de Cultura les propuso este nombre a mis padres. Mamá estaba embarazada. Aceptaron. Fue una celebración allá. Viengsay es la ciudad de la victoria, la ciudad liberada. Fue muy importante para ellos.

-Un nombre que marca.

-En alguna crítica escribieron que Viengsay hacía honor a su nombre.

-Bueno, que yo la llamaba para hablar de "Shakespeare y sus máscaras".

-Se trata de un espectáculo más del repertorio clásico del Ballet Nacional de Cuba. Se trata de una versión particular de "Romeo y Julieta", según Alicia Alonso. Lo importante es que es el propio Shakespeare, esta vez, el que actúa como guía de los espectadores en la tragedia.

-O sea, el narrador.

-Algo así. Shakespeare y sus máscaras cuentan la historia: el drama, la tragedia, la comedia...

-Y usted es Julieta.

-Un personaje asombroso y capaz de evolucionar. De la niña ingenua del principio, la que conoce el amor, a la mujer que tiene que lidiar con las dos familias que no permiten el amor. Y todo concluye con la toma de decisión de ella: tomar el brebaje que la adormece y que lleva a Romeo a la muerte y a ella misma, después, tras despertar. El final es un "pas de deux" emocionante. Julieta intenta reanimar a Romeo hasta que al final no puede.

-¿Cómo es eso de trabajar con una leyenda como Alicia Alonso?

-Ella busca lo mejor de ti. Es muy exigente, pero es natural. Nos da los mejores consejos para que logremos transmitir aquello que ha ideado. Ella ya ha bailado todos estos papeles y sabe dónde están los problemas y sus posibles soluciones.

-Pero ya digo: una leyenda.

-Yo la veo todos los días.

-¿Cómo fue el día en que le nombraron primera bailarina?

-Fue un día de gran alegría. Había interpretado todos los roles clásicos. La nominación vino más tarde. Alicia Alonso me dio oficialmente la noticia. Fue en 2001.

-Y eso agrava su posición en la compañía.

-Por supuesto. Tengo que interpretar los roles más difíciles. Me exigen mucho rigor. No te puedes dar el lujo de fallar.

-Y de estos papeles de los que me habla, ¿cuál prefiere?

-"Don Quijote" es el que me dio a conocer internacionalmente y es el papel que más disfruto. Me pasa igual con "El lago de los cisnes", el juego entre el cisne blanco y el cisne negro. Me gusta mucho "Carmen". Me gustaría hacerlo en mi retiro.

-¿Se ve retirada?

-No, qué va. Tengo todavía mucho que bailar. No sé qué haré cuando llegue ese momento. Podría dedicarme a la enseñanza, como ha hecho Alicia Alonso. Pero no es el momento. Así que espere un tiempo y ya se lo diré.

-Los críticos internacionales la sitúan entre las cuatro bailarinas más grandes del mundo.

-Fue un premio al trabajo que he ido llevando a cabo todos estos años. Me dio mucha alegría.

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