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Asturias, paraíso del rinoceronte lanudo

El paleontólogo Diego Álvarez explica que hace 35.000 años, coincidiendo con las glaciaciones, vivían en la región animales como el mamut

Diego Álvarez Laó, ayer, durante la conferencia que ofreció en el Colegio San Fernando. Mara Villamuza

El profesor de Paleontología e investigador avilesino Diego Álvarez Laó ha conseguido recuperar en colaboración con su equipo uno de los conjuntos faunísticos de clima frío más abundantes de la península ibérica en el Jou Puerta, un yacimiento ahora oculto en el oriente asturiano por las obras de la Autovía del Cantábrico. Ayer Laó hizo alusión a este espectacular hallazgo en una conferencia que ofreció a los alumnos del colegio San Fernando de Avilés -centro donde cursó estudios de niño- bajo el título "Grandes mamíferos del Cuaternario adaptados al clima glaciar en el península Ibérica".

Laó explicó que hace 35.000 años habitaban Asturias animales "sumamente avanzados" como el mamut o el rinoceronte lanudo, animales herbívoros de entre tres y seis toneladas de peso que cayeron por azar en el agujero kárstico en un momento de clima muy frío y árido. El paleontólogo - aseguró haberse enamorado de esta ciencia con sólo cinco años gracias a la fotografía antigua de un tiranosaurios- centró en cualquier caso su ponencia en el Cuaternario, un periodo de tiempo que ocupa los últimos 2,6 millones de años y relativamente breve en lo que afecta a la historia geológica. "En Asturias casi todo lo que conocemos del Cuaternario se concentra en una pequeña franja temporal", manifestó. Aún así los descubrimiento del equipo de Laó ya han dado la vuelta al mundo.

Asturias era un reino helado en el Pleistoceno, y allá donde hoy abunda la roca caliza los investigadores hallaron restos óseos en diferentes yacimientos. Esta acumulación de "pistas" se debe a caídas fortuitas de los animales en las cuevas (trampas naturales), a la actuación del hombre primitivo o a los animales carnívoros. Con las glaciaciones el cinturón de vegetación se desplazó hacia el sur, y también los animales propios de zonas gélidas se mezclaron con los propios de la región: ciervo, corzo, jabalí... Así llegaron a Asturias animales como el elefante antiguo o el rinoceronte de estepa, de los que se hallaron restos en distintas cuevas, entre ellas la del Hueso (Castrillón).

"Había también en Asturias por el Cuaternario leones, hienas, osos de la cavernas o uros (toros primitivos) que convivían con el corzo, el jabalí, el ciervo o el caballo pero la presión del ser humano hizo que se extinguieran", manifestó Diego Álvarez Laó. Pero si algún descubrimiento impactó al equipo de Paleontología de la Universidad de Oviedo fue el de los restos de mamut y rinocerontes lanudos.

"El mamut era herbívoro, pesaba entre cinco y seis toneladas y tenía un pelaje espeso. Se caracterizaba también por tener unas defensas (colmillos) muy grandes y curvadas que le servían para apartar la nieve y dar con la comida", manifestó el investigador, que precisó: "Sabemos qué vegetación había en el Cuaternario gracias al estudio del polen y las esporas". El yacimiento donde descansaban los restos de estos animales se descubrió en el año 2011 durante las obras de la Autovía del Cantábrico en el tramo Pendueles-Llanes, a la altura de Puertas de Vidiago. Dichas obras siguen ahora adelante, pero Laó y su equipo tiene a buen recaudo los huesos para radiografiar un pasado de "gigantes" en Asturias.

La conferencia de Diego Álvarez Laó estaba enmarcada en la X Semana de las Ciencias, la Tecnología y el Medio.

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