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Gozón

Luanco, al fin un pueblo de cine

Un empresario quiere abrir en la capital del concejo dos salas de proyección con capacidad para 100 y 150 espectadores

Una de las salas del nuevo cine de Luanco. Illán García

Ya se sabe que veinte años no son nada... para Gardel sin Buenos Aires. Pero veinte años sin cine, para Luanco es toda una eternidad. Al fin se rompe esa mezcla de injusticia y maldición, y ya es seguro que vuelve el cine grande y hermoso, en su tamaño natural: el cine en el cine.

Lo curioso y extraño es que no hace tantos años teníamos dos cines y un teatro. Y ahora, "porca" miseria. Mira que he luchado yo por la historia del Auditorio al ver que se escapaba la oportunidad de los tiempos de vino y rosas y nadie nos hacía caso. Y era todavía más curioso que teníamos dos cines terminados que llevan diez años cerrados y que nunca estrenaron ninguna película. Era un misterio para el pueblo, siempre tan atento al que dirán y a las fantasías. Corrían de boca en boca mil versiones, pero tras esa no inauguración no había nada. Solo tiempo y ganas de hacerlo.

Ese tiempo llegó. Y justo a tiempo diría yo, porque aunque todo el mundo habla de la decadencia del cine, es imposible que desaparezca siempre que haya buen material, buenas salas con los medios al último grito y espectadores dispuestos a ver como Dios manda lo que no te dan en la cansina tele.

Esta esperada y ansiada vuelta se debe a Ángel Santos, un luanquín que nació empresario, inquieto y con olfato para los negocios, y amante de verdad por el cine. Que no solo es un negocio. Que puede ser un negocio si se mezclan la calidad con su otra dimensión comercial. Que no hay que olvidar que es una de las artes mas bellas.

Los cines que se llaman "Gozón" -lógico, por otra parte- están en el puro centro del pueblo, justo al lado del Museo Marítimo. Y puerta con puerta con el Hotel Estación, que será ahora de habitaciones con buena vista. Son dos salas pequeñas, para 150 y 100 espectadores, respectivamente, que es lo que permiten las nuevas leyes de seguridad. Y tiene un precioso bar en todo lo que es el hall general, que es una pasada y un atractivo para el barrio, ya que será el único cuando se inaugure.

Están muy bien pensados y diseñados. Cómodos, confortables, a la última en proyección digital y sonido, en fin... cines de ciudad. A la altura de lo que ya es Luanco, una pequeña gran ciudad ideal para vivir y convivir. Lo será mucho más a partir de ahora.

Por no hablar de la alegría de padres y niños que tendrán adonde ir. Ha cambiado mucho el concepto del cine en los últimos años. De las crisis siempre se sacan enseñanzas. Y creo que esos cambios son para bien. Se hace mejor cine que nunca, gritamos los cinéfilos. Incluso el que se hace en algunas televisiones. Y en Luanco habrá todo ese cine que se fue perdiendo por no haberlo visto pero que ahí queda ya convertido en clásico.

Habrá también ciclos sobre el cine de la mar, tal vez incluso un festival sobre mar y turismo, la recuperación del añorado cine-club con presentadores y coloquios que nos hacen ver la película con otros ojos.

Y como guinda, también tendrán proyección en 3-D. No es lo mismo ver "Avatar" o "Titanic" en dos dimensiones que en tres. Hay que volver a verlas. Incluso lo nuevo que está llegando en ese formato nos llena de sorpresas porque nunca la técnica tuvo a su alcance esta nueva revolución estética.

Así que abróchense los cinturones, como decía la gran Bette Davis en "Eva al desnudo", que despegamos hacia la fábrica de los mejores sueños de nuestra vida.

Santos me cuenta que aun no hay fecha de estreno por cosas de la burocracia. Espero que por cosas de papeles y el eterno vuelva usted mañana no nos quedemos este Socorro sin este milagro. Ya nos perdimos las Navidades, pero aun nos queda un frío y largo invierno. Y con cine, siempre será menos invierno y más corto. Y ya llegará el verano.

Luanco siempre fue un pueblo de cine, que amó siempre al cine, que aún recuerda aquel festival de cine turístico con gran nostalgia. Se que va a responder a esta nueva llamada.

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