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Multiplicación de los cargos

Las leyes de Parkinson y de Murphy

Multiplicación de los cargos

Según los últimos datos nuestra Administración tiene más de 5.000 altos cargos y cerca de 3.000.000 de servidores. Hay que añadir un número indeterminado de "asesores", "expertos", "palatinos", "mayordomos", "acomodadores", "chiringuiteros", etcétera, que les acompañan en sus altas misiones de gestionar el poder, apoyados no por una posesión legal, sino ejerciendo un control real de la Administración, especialmente en sus decisiones económicas.

Al parecer ahora se trata de hacer una poda, en tales cargos, para reducir el asalto al tesoro público por parte de la depredadora clase de los "burosaurios", especialmente chupóptera, que, desde tiempo inmemorial, se están adueñando de hacienda y bienes de los pecheros, que por decisión constitucional, además de mandatos municipales, tienen que pagar todas sus ocurrencias.

La Historia es muy tozuda y periódicamente repite sus hazañas. En el Senado de Roma ya clamaban por el excesivo aumento de "signiferes" y "vexillaris". Es decir, portaestandartes, palmeros, que llevaban cónsules y legados para darse pompa.

Pedro IV de Aragón, "El Ceremonioso", ya en 1344 tiene que dictar sus Ordinationes, para regular el servicio palatino de maestres, mayordomos, camarlengos, reposteros, coperos, trinchadores... para que no aumentasen más allá de las necesidades. Los males de este rey se extendían por todas las cortes regias y eclesiásticas.

La Asamblea de Francia, cuando la revolución, aligeró las plantillas acudiendo al expeditivo procedimiento de la guillotina. Sistema que el irónico Arturo Pérez Reverte echa de menos en las peripecias de nuestro país.

El fenómeno de la multiplicación endogénica de los cargos fue explicado científicamente en 1957 por Cyril Parkinson que observó que la cifra de funcionarios en la Armada Real Británica crecía independientemente del número de barcos en servicio. La formuló en estos términos: "Todas las plantillas aumentan periódicamente entre un 5 y 7 por cierto, independientemente de las variaciones de trabajo". Añadió algunos corolarios:

-Los gastos se expanden hasta ocupar la totalidad del presupuesto.

-Si existe una manera de retrasar una decisión importante, una burocracia a su servicio, sea pública o privada, la encontrará.

A lo largo de mi vida profesional, he tenido la oportunidad de comprobar grandiosos ejemplos de cumplimiento de la Ley de Parkinson. Las empresas públicas (Ensidesa, Hunosa, Endasa) fueron campo abonado e hicieron más penosas las reconversiones, pero las administraciones locales fueron, y siguen siendo, organizaciones idóneas para analizar con qué ardor, políticos y gestores se reproducen por partenogénesis.

La aplicación de modos parkinsonianos recibe una ayuda muy estimable con la aportación de las técnicas del "personaligrama". Es decir, primero tengo personas y en razón a ellas invento o distribuyo funciones. Son las consecuencias del clientelismo partidista.

El complemento de la Ley de Parkinson es la Ley de Murphy, que dogmatiza: "Si algo puede salir mal, saldrá mal". El mismo autor añade algunas más, que en tiempos de crisis sirven para reconfortar: "Nada es tan malo que no pueda empeorar". Y ya que estamos en tiempo festivo de convites y comilonas, , puede ser útil recordar la Ley de la caída libre: "La probabilidad de que el pan caiga con el lado de la mantequilla hacia abajo, es proporcional al valor de la alfombra". Feliz Año Nuevo.

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