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Prevención admite casos de trabajadores de Azsa con mercurio, pero ve "aceptables" los niveles

El departamento de salud laboral de Comisiones Obreras rechaza el informe del Principado por "tardío y porque asume como propias mediciones hechas por la empresa"

Instalaciones de Azsa.

El Instituto de Prevención de Riesgos Laborales del Principado de Asturias reconoce la existencia de trabajadores de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) afectados por mercurio, aunque con valores ambientales "aceptables", al menos en los meses en que realizó su trabajo de análisis (de abril a julio del año pasado).

El prevencionista José María Santurio Díaz escribió en su Informe de Higiene Industrial fechado el 29 de noviembre de 2013 que "...se detectaron algunos trabajadores cuyos valores (de mercurio) superaban el Valor Límite Biológico (VLB), incluso en puestos de trabajo en los que, a priori, no se contemplaba riesgo de exposición a este agente químico". Hasta la fecha, las autoridades regionales y las del Ministerio de Trabajo sólo habían reconocido a medio centenar de personas contratadas por la auxiliar Ingeniería Montajes del Norte (Imsa) que resultaron envenenadas por el metal pesado después de realizar labores de mantenimiento en la planta de tostación de Asturiana de Zinc en San Juan de Nieva.

En el mismo informe el prevencionista indica que la exposición al mercurio de los puestos de trabajo analizados ("Cubrebajas de cintas", "Analista de tostación", "Contacto III y IV", "Depuración húmeda" y "Polivalente de tostación") "resulta aceptable" porque está por debajo del 0,5 por ciento, el límite ambiental. El informe de Santurio se centra en cinco puestos de trabajo (no en las personas que los ocupan) y sostiene sus resultados en la colaboración prestada por la empresa que "facilitó en todo momento el acceso a las instalaciones y la materialización de las tomas de muestras".

La crisis del mercurio se detectó a comienzos del mes de diciembre de 2012. Cincuenta empleados de Imsa resultaron envenenados por mercurio por ir a trabajar. Los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO) y Unión General de Trabajadores (UGT) reclamaron que no se olvidara a los trabajadores de la empresa principal, "porque podían tener el mismo mercurio que los de Imsa". Santurio escribe en su informe: "Impulsada por el devenir de los acontecimientos, la empresa Azsa elaboró un programa de actuaciones preventivas, que ha ido ejecutando a lo largo del año 2013, entre las que incluyó la revisión de las evaluaciones del riesgo de exposición a Hg (mercurio) en un total de 28 puestos". Más adelante concreta que esta revisión de los puestos se realizó en el mes de febrero (casi noventa días después del accidente). "Habiendo detectado algunas deficiencias operativas en la aplicación de toma de muestras (...) desde el Instituto de Prevención se tomó la decisión de realizar mediciones higiénicas en aquellos puestos que presentasen una mayor problemática con respecto al mercurio", continúa Santurio. Señala además que en los puestos "contacto III y IV" "ni siquiera se contemplaba la existencia de ese riesgo (al mercurio)". Añade que los puestos "Polivalente de tostación" y "Depuración húmeda" no existía "previsión" de realizar mediciones de mercurio, pese a que en este último puesto "el trabajador debía manipular cloruros de mercurio", es decir, "existía un importante riesgo de exposición". Y concluye: "el conjunto de actuaciones preventivas implantadas por Azsa resultan razonables y parecen haber reducido la exposición a mercurio. Sin restar importancia al conjunto, la medida que quizá haya conseguido el mayor efecto podría haber sido la automatización realizada sobre la dosificación y cloración de los cloruros de mercurio utilizados en el proceso Boliden". Asimismo, "tras la puesta en marcha de tales medidas, se aprecia un descenso general en los niveles de exposición". Esto significa que los trabajadores de Azsa estuvieron afectados por el mercurio, pero ahora (en noviembre) ya no lo están.

Javier Vázquez, del departamento de salud laboral del sindicato Comisiones Obreras, rechazó las conclusiones del informe "por tardío y porque acepta como propias mediciones realizadas por la propia empresa". La primera medición propia del Instituto de Prevención de Riesgos Laborales es del mes de junio de 2013, del día 24, concretamente tal y como reconoce Santurio en su informe.

La crisis del mercurio se dirime actualmente en los tribunales y en los despachos. Los abogados de Asturiana de Zinc y los representantes legales de los intoxicados de Imsa negocian el pago de las indemnizaciones. Mientras tanto, buena parte de los afectados trabaja por que el Sanidad reconozca su afección.

El accidente del mercurio

Detección del accidente

El 2 de diciembre de 2012 el calderero Laureano Fernández fue atendido en Urgencias del Hospital San Agustín con síntomas compatibles, en principio, con una gastroenteritis. Finalmente, resultó envenenamiento por mercurio.

Afectados

Fernández trabajaba por entonces junto a otras 49 personas en la parada técnica de la planta de tostación número 4 de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa). Todos sufrieron una intoxicación masiva por mercurio.

Investigación

El Hospital San Agustín denuncia el accidente en los juzgados. La investigación judicial corrió en paralelo con la de la Inspección de Trabajo.

Multas

Azsa e Imsa tienen están condenadas a pagar sendas multas.

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