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La situación de las empresas en la comarca

Fertiberia abona su futuro con nitrosulfato

La multinacional triplica en siete años la producción de su fertilizante estrella, que salva el déficit de azufre que tienen los suelos "por el control de los gases de efecto invernadero"

La planta de nitrosulfato amónico (NSA 26%) de la fábrica de Trasona de la multinacional Fertiberia produce cada día 675 toneladas de abono. "Y no tenemos apenas stock", reconoce Jesús Alberto González, el director de la instalación corverana. "Hay barcos esperando en el puerto a que juntemos 3.000 o 4.000 toneladas para poder marchar", añade el ejecutivo. Pero esto no, ni mucho menos, jactancia. "Ahora es cuando las cosas van bien, pero seguimos siendo un tallerín", bromea. La fábrica de Trasona, que da empleo a 140 personas, ha triplicado la producción de nitrosulfato desde que la compañía la trasladó de Vizcaya a Asturias. Esto sucedió en 2008. "La empresa Sefanitro producía en Bilbao 70.000 toneladas, construimos una planta que pudiera doblar esta cantidad, pero ahora estamos en 220.000 toneladas al año", señaló el director de la fábrica.

¿Y qué es el nitrosulfato amónico? "Es un abono muy reclamado por los agricultores de toda Europa", señala el director de la fábrica de Trasona. "La causa es el control de los estados a la emisiones de gases con efecto invernadero", apostilla. "No hay azufre en la atmósfera y, en consecuencia, tampoco existe en los suelos agrícolas", comenta González. "Y el azufre es un nutriente fundamental para el crecimiento de las plantas", concluye. O sea, la ausencia de azufre en la atmósfera beneficia a los países y beneficia también a la empresa para que la trabaja González. "Lo que hace el nitrosulfato amónico es cubrir el déficit de este elemento, pero no sólo. También cubre el déficit de nitrógeno. ¿Y por qué? La respuesta que da González es evidente: "Somos actualmente 6.800 millones de personas, en 2050 seremos 9.000 millones. Y tenemos que comer. La superficie cultivable no va a crecer a no ser que iniciemos un proceso de deforestación... y eso sería una catástrofe. Sólo nos queda trabajar para que las tierras cultivables sean más productivas. Por eso es necesario el abono", señaló el director de la única fábrica española de Fertiberia que produce el fertilizante estrella del momento.

Los elementos básicos para el crecimiento vegetal son el nitrógeno, el fósforo, el potasio y el azufre. "Nosotros fabricamos nitrato amónico cálcico (NAC) y también nitrosulfato amónico (NSA)", comenta González. El nitrógeno es básico para el crecimiento de las plantas. Es, por así decirlo, una "vitamina". El fósforo, por su lado, es fundamental para el aumento de la radificación, esto es, para que las raíces de las plantas se desarrollen en busca de más nutrientes", explica el director de la fábrica. "La importancia del azufre está en que ralentiza la nitrificación, es decir, el paso del nitrógeno nítrico al amoniacal. ¿Para qué? Para que la planta pueda crecer al ritmo adecuado porque consume rápidamente el nitrógeno nítrico y más lentamente, el amoniacal", señala. Esto se entiende de la siguiente manera: "Lo que hacemos es nitrosulfato amónico, un fertilizante que tiene una cuarta parte de nitrógeno nítrico y tres cuartas partes del amoniacal. La planta absorbe el primero nitrógeno de manera directa, el segundo tarda más, es decir, el segundo es una despensa que tiene la planta para echar mano más adelante. Y su presencia existe por el azufre", comenta el ejecutivo de la empresa del grupo Villar Mir.

O sea, la compañía hace suyas las restricciones ambientales para el crecimiento económico. "Antes el nitrosulfato amónico no era preciso porque el azufre estaba en el suelo, porque estaba presente en la atmósfera. Lo que hacemos con este producto es cubrir la demanda", concluye. "Pero esto es normal: antes no hacía falta abonar la tierra, porque lo que producía de por sí era lo necesario para alimentar a la población", explica. "Luego se hizo necesario el abono. El estiércol aporta un 1 por ciento de nitrógeno al suelo mientras que el nitrosulfato amónico aporta un 27 por ciento", compara.

La empresa Fertiberia acertó con el producto que vende. De Avilés sale, sobremanera, a Irlanda, Reino Unido, Francia, Holanda, Grecia y España. Fertiberia es una empresa de raíces nacionales. Los agricultores confían en los productos de la compañía desde hace años, pero el éxito ha sido doble: la atención a las demandas de los clientes y la internacionalización. "Lo que está sucediendo ahora no tiene que ver con otros ejercicios. Los períodos de salida de abono era octubre, noviembre y la primavera. Ahora no, ahora no tenemos apenas stock". Y todo por el nitrosulfato.

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