El municipio de Muros (A Coruña) ha despedido hoy a Lucas José Mayo, el segundo de sus vecinos fallecido en el hundimiento del pesquero Santa Ana, mientras sigue a la espera de poder recuperar el cadáver de Manuel María Tajes, todavía desaparecido.

Lucas José Mayo Abeijón se despidió de su hijo menor el día que éste cumplía tres años. Celebró una gran fiesta, que resultó ser la última. Mayo Abeijón partió horas después para Avilés, y de madrugada se enroló en el "Santa Ana". Entonces la tragedia se cruzó en su camino. El cuerpo de Mayo Abeijón fue recuperado ayer por los buzos en una sala del arrastrero. Los vecinos de Muros (La Coruña), que llevan ya cinco días llorando la pérdida del joven marinero, padre de dos niños, arroparon ayer a la familia gallega en el duro trance.

El funeral y posterior entierro se ha producido en la pequeña parroquia de Tal, en una ceremonia multitudinaria con amigos, familiares y vecinos, a escasos kilómetros de la parroquia de Abelleira, donde este miércoles fue enterrado, también entre una gran multitud, el cocinero del barco, Manuel Indalecio Mayo Brea.

La alcaldesa de la localidad, Caridad González, que ha acudido al entierro, ha señalado que en el pueblo siguen con preocupación y desasosiego las labores de rescate del resto de marineros, aunque con "esperanzas de encontrarlos a todos", aclara."Están haciendo una labor de romanos ahí dentro", ha enfatizado González sobre el trabajo de los buzos para recuperar los cadáveres en el interior del buque.

Al tanatorio de Esteiro (Muros) se ha desplazado la conselleira del Mar, Rosa Quintana, a primera hora de la tarde para acompañar a la familia, aunque finalmente no ha podido quedarse al entierro. Sí ha estado, en representación del Gobierno gallego, la delegada en la provincia de A Coruña, Belén do Campo.

Siguen desaparecidos el gallego Manuel María Tajes (mecánico); el joven asturiano Marcos del Agua Chacón, alumno en prácticas; el contramaestre portugués Víctor José Farinhas Braga y uno de los marineros indonesios.

Esta tarde se ha recuperado el cadáver de uno de ellos, si bien está por determinar si se trata de Suherman (mecánico) o de Wasito (marinero).