Las familias del marinero gallego Manuel Tajes y del portugués Víctor José Farinhas siguen esperando que la mar les devuelva a los suyos. Las tareas para intentar localizar sus cuerpos se suspendieron ayer debido a las malas condiciones meteorológicas, pero la previsión es que continúen en las próximas horas una vez que amaine el temporal. El operativo de búsqueda de los dos pescadores ocupa una extensa franja costera, desde Muros de Nalón hasta la frontera con Cantabria.
Tajes y Farinhas son los dos tripulantes enrolados en el arrastrero "Santa Ana" que aún permanecen desaparecidos. El buque embarrancó y se hundió el pasado lunes, día 10, junto a la isla de La Erbosa, en el cabo Peñas. En dicha embarcación viajaban nueve personas: sólo uno de los tripulantes logró sobrevivir al naufragio, el gallego Manuel Simal Sande. Otros dos fueron hallados sin vida el mismo día del trágico suceso y cuatro más -Marcos del Agua, Wasito, Suherman Hasan y Lucas José Mayo Abeijón- fueron rescatados del interior del pecio por los profesionales de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil. El barco siniestrado era del armador gallego José Balayo,
