Bach resucitó ayer por unos minutos en la iglesia de los Padres Franciscanos. Del violonchelo de Javier Romero Aranda salieron tres de las seis suites escritas por el compositor barroco alemán, obras de gran dificultad técnica para el intérprete. El concierto del ínterprete de Teruel formado en el conservatorio avilesino -en la imagen- y segundo de la Semana de Música Religiosa, tuvo una repercusión similar al primero, que corrió a cargo del organista Rubén Díez, ya que congregó a numeroso público. El ciclo musical continúa mañana, jueves, a las 20.00 horas, también en la iglesia de los Padres, con la actuación del Cuarteto Orbón de clarinetes acompañados de la soprano Elena Miró.