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Tensión laboral en la siderurgia

La organización de las vacaciones amenaza con quebrar la paz social en Arcelor

La empresa cita a los sindicatos en Madrid tras otra reunión estéril y éstos la avisan de que convocarán movilizaciones "si no mueve ficha"

Una de las últimas concentraciones de empleados de Arcelor para protestar por el calendario de trabajo.

Las diferencias, aparentemente insalvables, sobre la organización de los calendarios de trabajo en las factorías asturianas de Arcelor para los próximos meses estivales llevan camino de convertirse en un escollo insalvable y, en función de lo que ocurra en las próximas horas, en el detonante de movilizaciones que serían las primeras después de las habidas hace un año en el marco de la negociación del vigente convenio colectivo, un acuerdo que implicó sustanciales renuncias de los trabajadores en pro del mantenimiento del empleo y la actividad productiva en la región de la multinacional del acero. La plantilla siente que la empresa traiciona el espíritu de aquel acuerdo aplicando alguna de sus cláusulas de forma "abusiva" y las centrales sindicales han hecho suyo ese creciente malestar invocando la necesidad de que la dirección de Arcelor "mueva ficha" so pena de convocar movilizaciones.

Las dos partes volvieron a verse ayer las caras, pero el encuentro resultó tan estéril como los anteriores. El enroque de posturas es manifiesto. La parte sindical exige a la empresa un planteamiento "más flexible" a la hora de organizar el trabajo en los meses estivales, así como la contratación de personal de refuerzo para evitar que el personal de Arcelor acumule horas extras, y la compañía responde que semejantes pretensiones son inasumibles por razones tanto económicas como organizativas.

Así las cosas, y en un intento postrero de reconducir la que ya se conoce como "la crisis de las vacaciones", la dirección de Arcelor-Mittal citó a los representantes sindicales a una reunión que tendrá lugar hoy en Madrid. Los secretarios generales de las secciones sindicales de Arcelor en Avilés y Gijón -UGT, CC OO y USO- acudirán a la convocatoria en Madrid con la idea de poder avanzar en los asuntos que están sobre la mesa -el calendario de vacaciones, las contrataciones de personal eventual y la recuperación de los niveles salariales- pero sin olvidar que llegado el caso podrían plantear el órdago de las movilizaciones. "La empresa se mantuvo en todo lo que había dicho en el último encuentro, celebrado la pasada semana, y ahora sólo cabe esperar que mueva ficha mañana (por hoy) en Madrid", comentó un miembro del comité de empresa.

En pasadas reuniones, la compañía siderúrgica había anunciado su previsión de contratar a varias decenas de personas -40 de inmediato, 20 más antes de junio y otras 60 antes de octubre- para reforzar su plantilla, según fuentes del comité de empresa de Avilés presentes en estos encuentros. Esas contrataciones fueron vistas como un avance positivo por parte de los representantes sindicales, pero "insuficiente" para aliviar el malestar que hay en la plantilla, que en dos ocasiones protagonizó concentraciones de protesta. "La gente está muy quemada porque el año pasado la organización del trabajo en el verano fue caótica y temen que la situación se repita éste", explicó Pedro Cancio, delegado de la USO.

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