Las palabras de Lodge fueron el prólogo de un desfile de memoria, hermandad y caramelos por los aires. Niños pequeños liados en serpentinas, ganas de fiesta y ojos en el cielo. No fuera ser que lloviese. El cuarto centenario del nacimiento del pintor Juan Carreño de Miranda hiló un desfile con un pie en el presente y el otro en el pasado. Desfiló hasta una pareja de bueyes de nombre balompédico: "Navarro" y "Marino", enormes, bestiales. El desfile se desarrolló durante un par de horas. Dio tiempo para los dulces, para los pasos de baile y un cumpleaños feliz, el vigésimo quinto de la agrupación "Esbardu".

Beatriz Lodge habló del asombro que producían en ella, entonces, en 1957, sólo "una jovencita americana", las ciudades que visitaba junto a su familia (es hija del embajador John Davis Lodge). "Me dais la oportunidad de rememorar con vosotros aquellos entrañables recuerdos de juventud", aseguró la pregonera antes de que la alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, tomase la palabra. "Os agradezco que participéis en la fiesta", comenzó la primera edil. Varela recordó que este año se celebra el nonagésimo aniversario del primer acto hispanonorteamericano tras el Desastre del 98 (la pérdida de Cuba y Filipinas). También recordó el quinto centenario del descubrimiento de La Florida, el estado que acoge la ciudad de San Agustín, la primera occidental de Norteamérica. El descubridor fue Juan Ponce de León, que nació en Santervás de Campos. Santiago Baeza, alcalde de la localidad, asistió ayer al desfile que iniciaron los carros del país y las xarrés. Tras ellos, los actores Fernando Marrot, Inma Rodríguez, Antón Caamaño y Arantxa Fernández rindieron el primer homenaje a Carreño de Miranda. Caamaño, como el propio Carreño; Rodríguez, como María Luisa de Orleáns; Marrot, como el embajador Potemkin y Arantxa Fernández, como una deliciosa Monstrua en carne y alma. La carroza de Miranda también se rindió a su hijo más ilustre.

La historia más cercana fue la que inspiró la carroza de la asociación Pedro Menéndez, semejante a la de Beatriz Lodge en su época de reina. Precisamente, su nieta recorrió ayer Avilés a bordo de la carroza de Pedro Menéndez. La historia y el presente que se dan la mano.

Los niños de la asociación de Valliniello repartieron 2.000 bollos preñaos a los asistentes al desfile, que llenaron las calles. El tema de su carroza, precisamente, fue "Comida en la Calle", lo que hoy mismo celebran los avilesinos.

La fiesta más tradicional, la que abre la puerta a la primavera, también fue el escenario para la tradición (120 años sí que son muchos). Los niños cogieron los caramelos y el relevo de los años venideros.