Agustín Menéndez Artime, "Guache", retrató la vida cultural y social de Luanco en los años sesenta y setenta del pasado siglo. Su cámara capturó imágenes del Luanco más marinero y de los primeros años del turismo familiar.

Luanco,

Illán GARCÍA

Agustín Menéndez Artime, más conocido como "Agustín Guache", era un periodista y fotógrafo incansable en los años sesenta y setenta del pasado siglo. Durante ese tiempo, este luanquín retrató todo lo que se encontraba a su paso: la mar y sus pescadores, obras y edificios, acontecimientos sociales y políticos y una buena remesa de paisajes. Su familia recopiló alrededor de 4.000 imágenes y centenares de artículos de prensa, la mayoría de LA NUEVA ESPAÑA, que hoy guarda con mimo el historiador Ignacio Pando en su estudio. "Se dedicó a fotografiar desde las cosas más nimias hasta grandes eventos. Pero, además, era un gran impulsor de actividades en Luanco, como las jornadas de cine turístico o el Festival del bonito, entre otras", explica el historiador luanquín mientras busca una imagen del derribo del Palacio Peñalba en una de las cajas donde guarda las fotos ya catalogadas.

La colección de instántaneas de Agustín Guache es un recurso imprescindible para comprender cómo era Luanco entre finales de los años cincuenta y primeros de los setenta, describe Ignacio Pando. "Era un gran conocedor del mundo de la pesca y un enamorado de la mar, y así lo muestra en las fotos sobre tormentas marinas, el ocle, las nasas, las redes,...", indica el historiador , que se detiene por momentos en las fotos que Guache tomó de Cudillero, con decenas de barcas de madera junto al puerto pixueto y un anfiteatro, en blanco y negro, del que se deja entrever el colorido de las casas próximas al muelle.

Las fotos de Agustín Guache describen ese Luanco marinero que comienza a recibir visitantes de forma masiva, "nada que ver con el turismo de élite de finales del siglo XIX", señala Ignacio Pando.

La gastronomía era otra de las pasiones de Guache y prueba de ello son las jornadas organizadas en el instituto a finales de los años sesenta y que él promovió. Retrató también el proceso de elaboración de las marañuelas y el camión de frutas que venía de León, aparcaba en la calle Gijón y vendía produtos a precios muy competitivos, lo que generaba enormes colas de compradores.

Durante los años sesenta comenzaron a proliferar los comercios propios del desarrollismo. Las tiendas de productos alimenticios dieron paso a establecimientos en los que ya se vendían electrodomésticos y aparatos eléctricos especializados. "Entre el año 1967 y 1968, Guache retrató el primer escaparate de una tienda de electrodomésticos; su padre tenía una ferretería", apunta Ignacio Pando.

En aquellos años, Luanco, al igual que otras villas costeras como Candás o Cudillero, acogieron espectáculos de renombre como el ofrecido por la artista Sara Montiel en la ya desaparecida Discoteca Tanos. Guache plasmó con su cámara a esta cantante y actriz comiendo pollo en un local de Luanco e hizo lo propio con Manuel Benítez, "El Cordobés", cuando participó en una de aquellas tardes de toros en la playa de Candás.

Entre cajas y cajas de recortes de periódicos se hallan algunos artículos de Agustín Guache centrados en el mundo de la pesca: sobre la costera del bonito en 1968 que se mostraba "muy prometedora", un parón de la flota de Cudillero en 1968 y 1969, los pescadores "carboneros" del río Nalón y así decenas de reportajes que describían las duras condiciones a las que se tenían que enfrentar los marineros de hace más de cuarenta años.

Este periodista también relató el cierre de la mina de Llumeres, en Bañugues, el auge de los carpinteros de ribera, e incluso una fiesta en la que participó la princesa Irene de Holanda en Manzaneda. "Eran trabajos serios que reflejan también cómo se transformó Luanco y otras villas asturianas en aquellas décadas de cambio. La colección de imágenes y reportajes de Agustín Guache es imprescindible para entender la historia desde finales de los años cincuenta hasta los setenta", concluye Pando.