Sentarse a la sombra a leer el periódico, a charlar con los vecinos o, simplemente, a tomar el fresco, es ahora más difícil para los jubilados que cada día frecuentan el parque de Las Meanas. Muchos son los que se quejan de que las obras de remodelación les han dejado sin sitio donde cobijarse del sol. "No hay ni un banco a la sombra, todo lo han puesto al sol, al tostadero", afirma un habitual del parque.

Los nuevos asientos, largos y sin respaldo, son los que más quejas despiertan: "Es ridículo lo que han hecho con los bancos. Además de ser pocos, son también incómodos sobretodo los que no tienen respaldo", protesta un vecino. "No está bien pensado, las personas mayores necesitamos algo para apoyarnos", dice Aurora López, burgalesa afincada en Avilés desde hace casi sesenta años y que no está nada contenta con el resultado de las obras: "Para el dinero que se han gastado? mejor que lo dejen como estaba".

Miguel Piñera, jubilado, opina que la apariencia de la zona ha mejorado mucho pero que se necesitan más bancos: "Este es un parque muy concurrido, donde somos muchos los que venimos a leer el periódico o a tomar el fresco. Está muy bien que hayan puesto nuevos bancos pero espero que coloquen más", concluye.

"El problema es que han quitado mucha vegetación; ahora ya no tenemos donde meternos durante la mañana para evitar el sol", dice José Luis Cortés, vecino de Avilés, a quien por otro lado sí le gusta el nuevo aspecto del parque: "Está muy bien, aunque faltan cosas por hacer. Los jardines han quedado muy bonitos y los bancos son totalmente nuevos; a ver lo que duran", dice preocupado por que el vandalismo se cebe ahora con el remodelado parque.

El avilesino Antonio Asteinza, por su parte, se queja de la nueva zona para peatones que atraviesa el parque: "Está mejor que estaba, pero la zona peatonal provoca demasiado tapón de gente".

Los desperfectos aún pendiente de reparación y que se arreglará con la segunda fase también son motivo de protesta: "La gente no para de tropezarse y caerse por culpa del mal estado de muchas baldosas. Tienen que repararlo ya", comenta Eloy García, nacido en León pero residente en Avilés desde hace sesenta años y que se muestra contento con el resultado de las obras: "Me gusta mucho cómo ha quedado, antes estaba desaprovechado y ahora está todo abierto al sol".