Una fuerte tormenta, acompañada por lluvias torrenciales, provocó ayer inundaciones en toda la comarca. La zona más afectada fue Luanco, donde el temporal obligó a cerrar bares y restaurantes por tercera vez en seis meses y en plenas fiestas del Carmen. En Avilés, el aguacero de apenas 20 minutos en torno a las tres de la tarde causó pequeñas inundaciones en calles como Pruneda, Emile Robin o las avenidas de Los Telares y Lugo. Además, un avión procedente de Palma de Mallorca tuvo que retrasar cincuenta minutos su aterrizaje por aviso de rayos en el Aeropuerto de Asturias. Durante esos momentos, la aeronave estuvo dando vueltas por el cielo de la región.

En Luanco, una de las áreas más dañadas fue el entorno de la playa de La Ribera -que perdió parte de la arena- y la calle San Juan. Los vecinos de la zona achacaron el problema al mal estado del alcantarillado, que ya les había jugado una mala pasada durante los dos fuertes temporales que sufrió Asturias este invierno. "El problema es que el alcantarillado no funciona. En vez de tragar el agua la escupe hacia afuera", explicó Susana Artime, responsable de uno de los bares afectados por la entrada de agua.

Es por ello que los hosteleros y vecinos no descartan unirse para presentar una denuncia contra el Ayuntamiento de Gozón. Los afectados ya notificaron en su día al Consistorio los problemas del sistema, pero no obtuvieron respuesta. "Pagamos impuestos como los demás pero no tenemos ni alcantarillado", se quejó Artime. Los hosteleros coincidían en que no es rentable mantener un negocio bajo estas circunstancias, menos aún porque es la segunda vez, junto con el de las fiestas del Socorro, que un desastre de este calibre ocurre en plenos festejos del pueblo, con las consiguientes pérdidas económicas.

La tromba de agua pilló por sorpresa a todos en torno a las tres de la tarde. Entonces, con los bares llenos de gente, el agua comenzó a entrar en los locales y les llegó hasta la rodilla. "Tuvieron que subirse a las sillas y mesas para que no les alcanzara el agua. Además no podíamos salir del bar", relató Artime. Y añadió: "No podría haber pasado en peor momento. Son las fiestas y teníamos reservas para llenar el bar hoy por la noche. No sé ni cuándo podremos volver a abrir". El mobiliario y las neveras de los restaurantes también quedaron completamente inutilizables. "Uno de los barriles del bar Pay Cao salió flotando", comentó Cayetano Pelayo, del bar Misuri. "Nosotros teníamos tres mil euros en helados y no sé lo que podremos salvar", lamentó.

Pero no solo los hosteleros se han visto afectados. Con escobas, recogedores e incluso palas y cubos, los vecinos de la calle San Juan intentaban sacar el agua de los portales. "A mí me entró el agua en casa y vivo sola. Si no llega a ser por un vecino joven que me ayudó no sé qué hubiera hecho", explicó María Viña, una de las afectadas.

La Policía Local acudió a la zona del siniestro a los pocos minutos de lo ocurrido para desviar el tráfico de la zona, aunque se tuvo que esperar a la llegada de los bomberos para evaluar la situación y poder achicar todo el agua que había salido de las alcantarillas. "Lo peor es que no solo ha sido agua, también han salido desechos y hasta ratas de las tuberías", explicó Cayetano Pelayo. "Está claro que ni se ha mantenido el saneamiento de las tuberías", denunció.

Las dependencias del bar de la playa de Santa María también se vieron afectadas por el intenso aguacero al igual que los locales destinados al salvamento del arenal, según manifestó el concejal gozoniego Manuel Alberto Martínez Matías.

En Avilés, por su parte, la tormenta provocó riadas en algunas calles y varias tapas de las alcantarillas saltaron al no poder soportar la fuerza del agua. Como consecuencia, se produjeron inundaciones en algunos locales comerciales y en la estación de autobuses, cuya entrada estaba anegada. Aunque en menor medida, el gran chaparrón, corto pero intenso, se hizo notar también en Castrillón ya que el volumen de agua levantó pavimento en las calles Luis Treillard de Salinas y Balboniel de Piedras Blancas, señalaron desde la Policía Local. Asimismo, en otros puntos del Bajo Nalón, la lluvia acompañada en algunos momentos de fuerte viento alteró la jornada estival de ayer.