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EMILIO LAMO DE ESPINOSA | Presidente del Real Instituto Elcano, abrió ayer los Cursos de La Granda

"Con la globalización entramos en un mundo poseuropeo: el continente perdió la hegemonía"

"Europa baja porque tenemos unas economías que no son eficientes, con niveles salariales muy altos y unos gastos sociales muy fuertes"

Emilio Lamo de Espinosa, ayer, durante la entrevista con LA NUEVA ESPAÑA. MARA VILLAMUZA

El profesor Emilio Lamo de Espinosa (Madrid, 1943) aguarda en la puerta del palacio de La Granda mientras conversa con un amigo. En media hora dictará la conferencia inaugural de la edición trigésimo sexta de los Cursos de La Granda, el encuentro cultural más tradicional de los veranos en la comarca. Lamo de Espinosa es, actualmente, el presidente del Real Instituto Elcano, que es una institución pública que analiza y emite informes sobre la situación sociopolítica internacional desde el punto de vista español. El también catedrático de Sociología de la Universidad Complutense contribuyó, precisamente, a la fundación del "think-tank" español de tal modo que fue su primer director entre los años 2001 y 2005.

-Usted va a hablar de la globalización.

-Quiero hacer un pequeño repaso, una puesta al día, de la situación del mundo viéndonos a nosotros desde fuera y no al contrario porque considero que es ta es una gran revolución económica y social solo comparable con la Revolución Industrial.

-¿La globalización?

-Eso es. Digo que la globalización sólo es comparable con la Revolución Industrial de los siglos XIX y XX, aunque sólo abarcó una tercera parte de la humanidad como mucho, el mundo noratlántico. La globalización, sin embargo, abarca a todos los países del mundo, es mucho más profunda -porque afecta a más población- y es mucho más rápida. Con la globalización hemos entrado en un mundo que ya es poseuropeo: el continente perdió la hegemonía que tuvo durante los últimos 300 años. Este mundo está empezando a ser también posoccidental. La potencia hegemónica occidental que es Estados Unidos -y lo seguirá siendo durante algunas décadas- está empezando a declinar, mientras que otras ascienden.

-Como China.

-Como China, pero también como India, como Brasil. Rusia, en alguna medida. Detrás de ella hay otras muchas: México, Indonesia... Estamos hablando de países enormes: 200, 300 millones de habitantes; más de mil. Este mundo que viene, evidentemente, es poseuropeo y, en alguna medida, también posoccidental. Es un mundo que gravita hacia en Pacífico y hacia Asia, claramente. Nos plantean numerosos retos y también algunas oportunidades, especialmente, a los europeos del sur porque esta, la Europa del sur es la zona que no va bien en el mundo. El mundo va bien, pero esta zona no.

-¿Y eso por qué?

-Porque tenemos en estos momentos unas economías que no son eficientes, con niveles salariales muy altos y unos gastos sociales muy fuertes. Pensemos lo siguiente: Europa sólo es el siete por ciento de la población del mundo y genera el veintipoco por ciento del PIB mundial, pero tiene más del cincuenta por ciento de gastos sociales. Esto significa que la calidad de vida en Europa es excelente, comparada con el resto del mundo, pero la competitividad se está resistiendo. Es el problema que tenemos: conseguir economías eficientes en una competencia global.

-¿Cómo se soluciona todo esto?

-Hay que mejorar la productividad y hacerlo sobre la base de la innovación y de una calidad educativa mucho mejor. Nuestra economía tiene que dejar de copiar para pasar a ser una economía que innova y se encuentra en la vanguardia. En lo que es la copia, por así decirlo, tenemos unos competidores que lo hacen muchísimo mejor que nosotros: mucho más barato y de un modo tan eficiente o más que nosotros mismos. En el ámbito de la innovación hay que señalar que China es el país que más patentes registró el año pasado. El asunto siempre es el volumen. La demografía es fundamental. Mil trescientos millones son mucha gente. Por poco que inventen...

-Y gastan mucho más.

-China, la India son inmensas aspiradoras de recursos. Lo compran todo. Necesitan cobre, aluminio, hierro, huevos, carne, aire... para sostener a una población de mil trescientos millones de personas que crecen al 7 o al 8 por ciento anuales. Este nivel de demanda de recursos requiere asegurarse las rutas de suministro y para eso tienen que hacer inversiones en África y en América Latina. Se tienen que garantizar bases marítimas en todo el mar del Sur, en el de la China y todo ello invirtiendo en armadas. Las potencias demográficas se transforman inevitablemente en potencias políticas y militares.

-¿Volvemos a la guerra fría?

-La guerra fría era un ajuste bipolar entre dos grandes contendientes. Tenía unas reglas relativamente definidas. Hemos entrado en un mundo multipolar con potencias importantes como Estados Unidos, China, Brasil, Irán... El orden actual se parece más al del XIX, donde las grandes potencias se equilibraban las unas con las otras, sobre todo, en el escenario más caliente: Extremo Oriente.

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