Una rotonda de dimensiones similares a la de los Canapés regulará a partir de abril el tráfico en la plaza de los Oficios, puerta de la ciudad desde la autopista que soporta una circulación media diaria de entre 40.000 y 50.000 vehículos. El proyecto, que costará 716.073 euros, prevé la conexión viaria de los Oficios con la travesía de la Vidriera, que se abrirá en un sentido de circulación y permitirá evitar el rodeo que en la actualidad tienen que realizar los vecinos de el entorno del Arbolón y Versalles. Los trabajos en la red de abastecimiento (presupuestados en 89.792 euros) comenzarán a principios de septiembre, con un plaza de ejecución de un mes. A continuación, empezará la obra de la glorieta. Durará cuatro meses, por lo que las previsiones municipales pasan porque esté lista y operativa a finales de marzo de 2015.

La alcaldesa de Avilés, Pilar Varela, destacó que esta actuación "se enmarca en el plan de mejora de los accesos a la ciudad" y pretende "mejorar la distribución de tráficos en la zona preservando a la vez la seguridad de los peatones". Varela y los concejales de Servicios Urbanos y Urbanismo, Luis Ramón Fernández Huerga y Teófilo Rodríguez, respectivamente, expusieron el plan a representantes vecinales y de diferentes colectivos de la ciudad.

La fórmula elegida para distribuir los tráficos en la zona es la misma por la que optó la administración en los Canapés o Buenavista. La rotonda de los Oficios tendrá un diámetro interior de 31 metros, un arcén interior de un metro y una calzada con dos carriles de 4,50 metros. En ella confluirán seis viales: la avenida Marqués de Suances (sentidos de entrada y salida desde y hacia la glorieta), la calle del Muelle (sentido salida), un tramo de Llano Ponte en la N-632 (sentido entrada) y otro en la AS-17 (ambos sentidos), la avenida Cervantes (ambos sentidos) y la travesía de la Vidriera (sentido salida).

La glorieta tendrá capacidad suficiente como para regular el intenso tráfico sin necesidad de semáforos. No obstante, según aclararon los técnicos municipales, con el fin de garantizar la seguridad de los peatones se modificará la instalación semafórica y su regulación con nuevos programas y ciclos que ya está analizando la Policía Local.

El director de los servicios técnicos municipales apostilló que se producirán incidencias sobre el tráfico durante la obra, pero de forma controlada e intentando generar las menores molestias posibles en los conductores y en el vecindario. En caso de que se precise cortar el tráfico en momentos concretos (como cuando se acometan los trabajos de pavimentación o de señalización viaria); éstos serán nocturnos o en fin de semana.

Elemento ornamental

La actuación urbanística incluye la construcción de un elemento ornamental en la zona ajardinada de la rotonda que está por definir, si bien la instalación de una fuente está descartada. La nueva rotonda tiene como objetivo último aportar más seguridad y fluidez en el tráfico a la vez que embellecer el principal acceso a la ciudad.

En el entorno se instalarán vallas de protección para que los viandantes no transiten por cruces indebidos, en concreto una barandilla para dirigir el tráfico peatonal a los pasos de cebra, que se trasladarán unos metros.

En cuanto a la avenida de Cervantes, los dos sentidos de circulación (cada uno con dos carriles) quedarán separados por una mediana central a modo de cebreado. La previsión municipal pasa por trasformar ese vial en un futuro en un pequeño bulevar cambiando esa solución por una mediana con jardín.