La trayectoria de Pilar Varela (Llaranes, 1960) en la política avilesina guarda ciertos paralelismos con las carreras cinematográficas de algunas actrices de Hollywood que alcanzaron más reconocimiento popular por su faceta de secundarias de lujo que por los papeles principales que llegaron a interpretar. El ejemplo por antonomasia de estas últimas es la ya fallecida Geraldine Page, a la que van a tardar en quitarle el título honorífico de haber sido la actriz de reparto más veces nominada al premio Oscar: hasta en cuatro ocaciones; tantas, en honor a la verdad, como fue nominada en calidad de actriz principal. Por cierto, a la octava nominación ganó la codiciada estatuilla; corría 1985 y falleció dos años después.
Pilar Varela entró en política en 1997, el año de su afiliación al PSOE. Santiago Rodríguez Vega la llamó en 1998 para formar parte de su candidatura como número dos (adviértase la condición secundaria del puesto). Además de "llamarla", el entonces Alcalde de Avilés tuvo que convencerla, pues como atestiguan muchos de sus conocidos Varela es bastante remisa al peso de la púrpura.
Con anterioridad a su alternativa política tuvo responsabilidades en la Juventud Obrera Cristiana de España (JOCE) en Asturias y Cantabria, una organización juvenil de la que fue presidenta estatal entre 1984 y 1987. Entre 1987 y 1992 desarrolló diferentes tareas para la Comisión Europea en relación con iniciativas y programas de empleo para jóvenes. También fue directora de Formación en Valnalón (1992-1999), una etapa de la que guarda una amistad entrañable con José Manuel Pérez Díaz, "Pericles", el impulsor de aquel proyecto, y que le sirvió para que su nombre adquiriese notoriedad pública en Asturias.
En dos mandatos municipales (desde 1999 a 2007) ocupó la concejalía de Hacienda y Promoción Económica de Avilés, ejerciendo además como portavoz del grupo municipal socialista. El papel estelar de su carrera -ser candidata a la Alcaldía de Avilés- se lo ofrecieron en 2007, previa renuncia de Santiago Rodríguez Vega a su continuidad y el autodescarte de la hoy consejera de Fomento, Belén Fernández, que fue la primera opción que había considerado el PSOE de Avilés para las municipales. Varela aceptó el papel de secundaria sin rechistar y durante ocho años se aplicó en hacer posible el impulso de un modelo de ciudad que tiene en el Niemeyer su piedra angular. Gobernó como es ella: sin aspavientos y tratando de explotar la baza de la cercanía con la ciudadanía, su principal activo como alcaldesa. Esta película toca ahora a su fin y la vitrina de Varela sigue huérfana de estatuillas. Paciencia, Geraldine Page tardó 32 años en lograr su Oscar.
