Vigilar que los conductores cumplan con la Ordenanza Reguladora de Aparcamiento es una profesión de alto riesgo. Ya en 2012 los trabajadores de Dornier alertaron de que algunos conductores respondían a sus sanciones con insultos y descalificaciones. En algunos casos, incluso, las reacciones acaban en agresiones. En lo que va de año al menos dos controladores han llevado a juicio a usuarios de la zona azul de Avilés por agresiones y amenazas. En ambos casos su representación correspondió al bufete avilesino Carmen Paneque y el juez dio la razón a los vigilantes de los parquímetros.

El titular del Juzgado de instrucción número 5 condenó a un avilesino al pago de 648 euros (240 de multa y 408 como indemnización) por lesionar a un controlador el pasado 27 de mayo. La sentencia recoge como hechos probados que sobre las 13.10 horas de esa día, un controlador de aparcamiento que se encontraba en la avenida San Agustín recogiendo los cajetines de las máquinas expendedoras de tickets y un matrimonio entablaron una discusión. La pareja había presentado quejas anteriormente al controlador por su modo de actuar. En el curso de la riña, el hombre propinó un cabezazo al trabajador de la empresa Dornier, que sufrió una contusión malar de la que tardó siete días en recuperarse. Se da la circunstancia de que tanto el agredido como la mujer interpusieron sendas denuncias.

La abogada del agredido solicitó para el procesado el pago de una multa de unos 720 euros y de una indemnización de 2.703 alegando que su cliente padeció estrés agudo tras la agresión. El trabajador teme volver al trabajo y ser agredido de nuevo, si bien el juez considera que "no existen causas de entidad e intensidad suficiente para producir un cuadro de estrés agudo" dado que la lesión "es un simple golpe en la mejilla, que a pesar de haber sangrado, no requirió de sutura".

"Ten cuidado"

Otra sentencia, esta del Juzgado de instrucción número 4 de Avilés, condena a un conductor avilesino a pagar una multa de 160 euros por amenazar a la trabajadora de Dornier que acababa de imponerle una sanción. El incidente se produjo el 18 de febrero en la calle Quirinal cuando la controladora procedía a sancionar al propietario de un vehículo que supuestamente había incumplido la ordenanza reguladora de aparcamiento. El denunciado se dirigió a la trabajadora y le espetó, según la sentencia: "Ten cuidado cuando pases por la calle". El juez lo consideró respondable de una falta de amenazas.