"Es imposible que haya un Guardia Civil en cada esquina. Por este motivo es fundamental la colaboración vecinal para meter a los malos, a los delincuentes, donde se merecen", manifestó ayer Mariano Revuelta Gómez, capitán de la Guardia Civil al mando del cuartel de Bustiello, donde trabajan alrededor de doscientos agentes. El máximo responsable del cuartel avilesino valoró la contribución ciudadana a la hora de resolver diferentes casos delictivos. "La ayuda que recibimos de los vecinos contribuye junto a nuestro trabajo diario a que la cifra de delitos sea cada vez menor", precisó. En los últimos meses, destacó el capitán, el número de delitos cayó alrededor de un diez por ciento en Avilés; y el de faltas, "aún más".

"El balance que puedo hacer desde mi llegada -el pasado marzo- es positivo. La compañía ya funcionaba bien y en el tiempo que llevo las cosas han ido mejor todavía", precisó el capitán unos minutos después de rendir homenaje a los caídos en el patio del cuartel de Bustiello con motivo de la fiesta de la Virgen del Pilar, patrona de la Benemérita. Revuelta Gómez confesó, no obstante, que a día de hoy los casos que dan más trabajo a los agentes son los relacionados con la violencia machista.

"El resto de delitos en los que intervenimos son los habituales, pero lo que ahora mismo nos duele y afecta a todos es esa lacra llamada violencia de género", precisó el capitán, que animó a los vecinos a presentar denuncias ante la Guardia Civil siempre que lo consideren oportuno. "La denuncia es un acto voluntario y si la gente no quiere venir a denunciar hace mal por una simple razón: a veces cogemos a delincuentes a los que no podemos implicar en ciertos casos, aunque sepamos que son culpables, porque no hay denuncia".

Mariano Gómez Revuelta presidió junto a representantes del Ejército, la Policía Nacional y la Policía Local más responsables municipales -Pedro García, presentado como alcalde en funciones de Avilés, y Alberto Tirador, alcalde de IU de Illas- los actos en honor a la patrona de la Guardia Civil, que comenzaron a mediodía con una misa en Llaranes. Ya en el cuartel, la Benemérita condecoró con Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco al agente Carmelo Montero y con la Cruz de Bronce a la Constancia en el Servicio a Daniel Gómez y María José León.

La Guardia Civil entregó asimismo diplomas a los agentes Julián Antón Fuertes, Prudencio Pérez, Antonio Sebastián, María José León, Pejerto Niño y Juan Luis Mateo. Recibieron también un caluroso homenaje los agentes ya retirados Nicolás Martín, Manuel Aza, Pedro Martínez y José Astariz. Este último recibió los aplausos del público y palabras de cariño por parte del capitán Revuelta. Astariz, nacido en Lugo en noviembre de 1919, ejerció en Avilés, en el cuartel de Llano Ponte, hasta 1977. El acto finalizó con una salva de artillería y una espicha en los garajes del cuartel.

En las diferentes casas de la Guardia Civil de la comarca también hubo actos en honor a la Virgen del Pilar.