La Consejería de Medio Ambiente da por controlado el episodio de contaminación en la ría de Avilés detectado el pasado viernes y que tuvo su origen en la rotura de una tubería de la fábrica de Saint-Gobain (antigua Cristalería) por la que fluye fuel usado para la alimentación de los hornos. Una vez cortado el suministro de combustible a la tubería dañada se procedió a colocar barreras flotantes anticontaminación en la desembocadura del río Raíces, por cuyo cauce el fuel había llegado a aguas de la ría avilesina. También se colocaron esas barreras, pero de tipo absorbente, en el interior de la fábrica.

Técnicos de Medio Ambiente inspeccionaron la zona la misma mañana en que se detectó la fuga y ordenaron la realización de labores de limpieza en el tramo del cauce del Raíces afectado, tarea de la que se hizo cargo la multinacional del vidrio. La Consejería investiga el suceso por si procediera abrir un expediente sancionador.

El Colectivo Ecologista de Avilés se hizo eco ayer del vertido y también de la presencia de "galletas" de galipote en varias partes de la ría. Esta presencia de manchas petrolíferas ya había sido denunciada a las autoridades autonómicas y estatales con competencias ambientales, pero nadie fue capaz de aclarar su procedencia. La guardería ambiental no ha establecido relación alguna entre los restos petrolíferos hallados en San Balandrán y la fuga registrada en Saint-Gobain, de hecho había detectado su presencia antes de producirse la avería en la vidriera de La Maruca. Lo cierto es que el galipote está siendo retirado, incluso de la arena de la playa de San Balandrán.

Este nuevo vertido se suma a una larga lista de episodios contaminantes en la ría de Avilés, circunstancia que el Colectivo Ecologista de Avilés ya tilda de "lacra".