V. MONTES

La dirección del Festival de Cine y Arquitectura (Ficarq) mantiene abierta la puerta para que el Centro Niemeyer acoja parte de la programación del certamen, si bien la previsión es trasladar el grueso de las actividades a Oviedo. La razón de fondo es la decisión de la dirección del centro cultural de cobrar este año a los organizadores por los espacios, que hasta ahora se cedían de forma gratuita, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA.

En un comunicado, la productora "Dímeloamí", que dirige Ana Muriel, señala que esa falta de cesión gratuita de espacios "supone una barrera importante en cuanto a motivación para los promotores y mecenas, cuyo esfuerzo financiero ha sido muy elevado hasta poder alcanzar el hito de presentar una Sección Oficial a concurso en Asturias". El festival se sostiene mediante patrocinios privados.

Con todo, Ficarq deja abierta la posibilidad aún de alcanzar un acuerdo con el Niemeyer y mantener alguna de sus actividades en Avilés, la ciudad donde hasta ahora tuvo su sede. "Se ha tomado la decisión de ampliar los espacios del certamen a Oviedo por una necesidad operativa en infraestructuras y presencia", señala Muriel quien resalta que la intención de la organización "ha sido, es y será mantener el Niemeyer como espacio dentro del Festival junto con otros nuevos". "Ficarq ha nacido en Avilés y nunca ha pretendido irse, pero esperamos que se entienda la necesidad de crecer y expandirse", asegura la productora.

Acuerdo fallido

Durante meses, los organizadores del festival han tratado de alcanzar, sin éxito, un acuerdo que permitiese que el Centro Niemeyer continuase albergando íntegramente la actividad. La exigencia de una importante suma de dinero por parte de la dirección del centro en concepto de alquiler motivó la búsqueda de otras ciudades que pudiesen albergar el certamen.

El festival ultima ya la programación para su tercera edición, con la alternativa de celebrar "una semana cultural de cine y arquitectura en Oviedo y Avilés". Ese programa incluye una sección oficial a concurso, películas de estreno internacional, mesas redondas con rostros famosos del cine y la arquitectura, conferencias, debates, exposiciones, un concurso de micrometrajes y un homenaje a Le Corbusier en su 120º. aniversario. México será el país invitado.

La intención es, "tras un gran esfuerzo de mecenazgo", promocionar la cultura aprovechando el patrimonio arquitectónico "y se pide la colaboración con la cesión de espacios, pues no dejan de ser de todos los asturianos". El Niemeyer deberá ahora mover ficha si quiere mantener al menos parte del festival en Avilés.