Los colegios públicos Marcos del Torniello y La Carriona entrenan la mente de sus alumnos a través de sesiones de atención plena o mindfulness, una capacidad humana que se caracteriza por la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente, señala Generosa Lombardero, coach y educadora transpersonal encargada de dirigir esta novedosa práctica en los centros. A través de ella, los pequeños ganan tranquilidad y seguridad, están más centrados y conscientes, coinciden en señalar Teresa Álvarez y Nuria Delmiro, directoras de ambos centros educativos y defensoras de cuantas estrategias y herramientas beneficien al alumno. "No estamos perdiendo el tiempo; todo lo contrario, lo ganamos porque en una clase donde no hay calma no hay avance", apunta Teresa Álvarez.

"Una manera de posicionarse en la vida es entrenando la mente", indica Generosa Lombardero para explicar los puntales básicos de la atención plena y sobre qué aspectos centra su trabajo: el cuerpo -la forma de mover la energía-, el pensamiento -localizándolo o combinándolo-, las emociones -cómo gestionarlas- y la respiración -para llegar a la calma y la concentración-.

Las sesiones juveniles tienen una duración de sesenta minutos y combinan actividades dinámicas con otras estáticas. ¿Para qué sirven?. Lombardero apunta al aprendizaje -"los alumnos están más concentrados"- pero sobre todo a la vida: "Sirve para ver retos y no problemas, para transformar lo que se siente en bienestar ya que somos adictos a la negatividad y tenemos que entrar en contacto con el bienestar. A veces buscamos las soluciones fuera y no dentro de uno mismo".

La atención plena, dice la coach, beneficia tanto a los niños inquietos -"aprenden a buscar la calma"- como a los tímidos, "que les da seguridad".