La ronda norte, la infraestructura llamada a dotar la margen izquierda del puerto de Avilés de un acceso digno para los tráficos pesados, comienza a ver la luz tras años de penumbra. La Comisión para Asuntos Medioambientales del Principado de Asturias (CAMA) dio ayer luz verde ambiental al trazado que discurre por la cantera de Mota, después de que el Ministerio de Fomento asegurase que solo esta opción y el trazado que discurre por Raíces tenían su visto bueno. El Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) publicará en unos días la declaración de impacto ambiental, paso previo a la licitación de la redacción del proyecto.

La CAMA acordó declarar ambientalmente viable la alternativa número 2 del estudio informativo, la de la cantera de Mota, tras analizar el impacto ambiental de las distintas alternativas planteadas. Según fuentes del Gobierno regional, dicha alternativa está condicionada al cumplimiento de diversos aspectos relacionados con la protección de los ecosistemas, la permeabilidad territorial y el mantenimiento de servicios, la protección del sistema hidrológico y flora y fauna asociadas, la prevención del ruido, la protección del patrimonio histórico-artístico y arqueológico, la defensa contra la erosión, la recuperación ambiental y la integración paisajística de la obra, el seguimiento y vigilancia ambiental y la financiación de las medidas correctoras y compensatorias.

Desde la Consejería de Fomento aseguran que la evaluación ha tenido en cuenta el informe de alegaciones, en el que se han analizado las doce observaciones que se presentaron en el reciente periodo de información pública (entre ellas las del Ayuntamiento de Castrillón, contrario a que cualquier trazado incida en el concejo) y las 28 que quedaron sin responder durante el mismo trámite del año 2011. "También se han tomado en consideración otras nueve alegaciones del trámite de audiencia de 2011", según la misma versión.

El plan de la ronda norte comenzó a germinar hace más de una década, cuando los gobiernos de turno pensaron en dotar de mejores accesos a los muelles avilesinos. Ese proceso se acabó convirtiendo en un camino plagado de curvas que sólo sirvió para ahondar las diferencias entre los concejos de Avilés y Castrillón y los diferentes gobiernos regionales. El Principado y el Ministerio de Fomento firmaron en 2007 un convenio por el que el primero se comprometía a redactar el proyecto y el segundo a financiarlo. La primera crisis vino acto seguido. Y es que el Ayuntamiento de Castrillón puso el grito en el cielo al comprobar que la alternativa elegida pasaba por encima del peñón de Raíces. La Junta General del Principado aprobó en 2008 una declaración en la que se obligaba a buscar un trazado que contara con el consenso de todas las partes implicadas. Desde entonces se reabrió de forma intermitente el debate sobre la mejor opción posible, en una quiniela en la que también salieron a relucir un túnel bajo la ría y un puente sobre el estuario. La primera de todas las opciones es la que toma forma.