La feria de San Isidro, que se celebró el pasado fin de semana en el recinto ferial ubicado junto a la piscina de Piedras Blancas, reunió en la localidad a cientos de vecinos del concejo y del resto de la comarca. El éxito de los festejos quedó empañado por el cierre tardío de algunos establecimientos hosteleros de la capital castrillonense. "Las verbenas terminaron de madrugada pero algunos bares estuvieron abiertos hasta más de las ocho de la mañana y la gente en las terrazas, algunos armando broncas. Cuando fui a trabajar el domingo a las ocho de la mañana la gente seguía de juerga", manifestó un vecino. Los residentes en algunas calles de Piedras Blancas reclaman más vigilancia para que los establecimientos hosteleros cumplan los horarios establecidos y se cierren las terrazas en el horario que marca la ordenanza municipal. "Hay que soportar los problemas de las fiestas pero dentro de un orden y respetando también a las personas que trabajamos o queremos dormir", concluyó, informa I. MONTES.