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El Puerto, en la picota ambiental

Los empresarios de Las Arobias, hartos del polvo de carbón que inunda sus negocios y talleres, exigen medidas correctoras

Una pila de carbón asoma al fondo, en el muelle de Raíces, vista desde el interior de un concesionario de automóviles de Las Arobias, una de las empresas que sufren las molestias derivadas del polvo carbonífero.

Máquinas de precisión que se averían, filtros tupidos, coches con sus carrocerías cubiertas por una película carbonífera, suelos que jamás recuperan su color original, cientos de miles de partículas minúsculas suspendidas en el aire que irritan las vías respiratorias y hollín que se filtra hasta el interior de los cajones de los despachos. Todo lo anterior es consecuencia, según los afectados, de la "desproporcionada" presencia de polvo de carbón en el ambiente en la zona empresarial de Las Arobias, cubierta estos días por una capa de hollín que se mueve a merced del viento y que se cuela por doquier. Las quejas apuntan directamente a la Autoridad Portuaria de Avilés, en cuyo muelle de Raíces hay apiladas estos días decenas de miles de toneladas de carbón en las que se halla el origen de la contaminación que denuncian los empresarios vecinos del puerto.

"Sabemos a quién tenemos por vecino, a qué se dedica y qué molestias genera y lo venimos soportando estoicamente desde hace años por deferencia a la importante actividad económica que entraña el puerto, pero desde hace ocho o diez días la proliferación de polvo de carbón no es normal; hemos llegado a un punto en que no nos queda más remedio que levantar la voz y exigir que se tomen medidas, porque el carbón está afectando a nuestros negocios, causándonos serias molestias, incluso averías y, en consecuencia, gastos", manifiesta José Manuel García Vila, responsable de un concesionario de coches en la zona.

La asociación de empresarios de la margen izquierda de la ría, Amira, también se ha puesto manos a la obra para demandar al Puerto explicaciones y soluciones. Ángel Arrojo, vicepresidente de Amira, detalla los muchos trastornos que causa la creciente contaminación en la empresa donde trabaja (una fábrica de puertas, algunas de las cuales deben ser pintada dos o más veces porque el polvo en suspensión arruina la deseada calidad del producto) y formula su deseo de que la reunión concertada con los responsables del Puerto la próxima semana sea fructífera. "Alguna solución tienen que darnos porque esto es insufrible", recalca.

Desde el Puerto admiten la existencia de problemas "durante los últimos días" con el polvo de carbón en suspensión, los achacan a un apilamiento extraordinario de mineral en el muelle de Raíces y aseguran que está en sus planes tomar medidas a corto y medio plazo para mejorar la calidad del aire.

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