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El crecimiento de la industria del metal en Asturias

Arcelor sopesa una segunda ampliación de la acería para atender al sector eólico marino

Los sindicatos confían en que la siderúrgica apruebe nuevas inversiones que permitan su crecimiento en campos hasta ahora no explotados

La acería de Avilés, a pleno rendimiento. MIKI LÓPEZ

Los proyectos de futuro de Arcelor-Mittal son enormes. El pasado día 11 de junio, la dirección mundial de la gran siderúrgica anunció un plan de inversiones cuantificado en 100 millones de euros y centrado en la instalación de una nueva máquina de colada continua en la acería LD-A, la de Tabaza. Pero no se queda ahí la ambición de los trabajadores de la gran compañía. Los sindicatos llevan tiempo reclamando a los ejecutivos de la multinacional que autoricen una segunda ampliación en la misma acería para poder atender un nicho de negocio sin explotar: los "off-shores", los ingenios mecánicos instalados en medio del mar y que producen energía eólica. Estos artilugios, golpeados por las mareas, precisan de chapa de una altura que en este momento la gran siderúrgica no está en disposición de fabricar. "Con el proyecto de la máquina de colada continua se garantizan más de veinte años de vida a la acería, con la segunda ampliación, atender un negocio que hasta ahora teníamos olvidado", señalaron fuentes sindicales.

"No hace mucho tiempo las plantas de Asturias estaban trabajando con un solo horno alto y había incertidumbre sobre la continuidad de su actividad. Gracias al esfuerzo de toda la plantilla, han sido capaces de revertir la situación y estar en disposición de recibir esta primera fase de inversiones", señaló en su momento Juergen Schachler, el director ejecutivo de la Unidad Suroeste de Arcelor-Mittal Europa-Productos Largos, cuando presentó las inversiones de la máquina de colada continúa. Los sindicatos se amarraron a tres palabras: "esta primera fase", es decir, que "habría una segunda". Un hecho que se confirímó cuando Schachler habló de que con los 100 millones se cambiaría "la mitad de la acería". La otra mitad es la que se reserva a los gruesos para las bases de los molinos marinos.

Los sindicatos están seguros de que la segunda parte se pondrá en funcionamiento "en cuanto acabemos con la mitad primera de la obra", es decir, en el segundo semestre de 2016. Según los representantes de los trabajadores, la dirección española de la multinacional está por la labor de que la segunda fase sirva para atender la demanda de "off-shores". "Pero la respuesta está más lejos, en Londres y en Luxemburgo", señaló un portavoz sindical.

La pretensión es que la segunda máquina de colada continua sirva para fabricar "slabs" -planchones de acero bruto- con espesores inéditos hasta la fecha. El espesor es la altura de esos planchones y actualmente de la acería LD-A salen de dos tipos: de 250 mm y de 280 mm, que se dedican principalmente a la industria naval y también a torres eólicas, pero torres en tierra firme. De salir adelante la petición sindical, la acería de Tabaza podría producir espesores de más de 300 mm.

Los trabajadores consideran "importantísimo" que la dirección mundial dé de paso la segunda inversión. "Aparte de importantísimo, sería imprescindible", apuntaron desde los sindicatos. Los trabajadores ponen como ejemplo la inversión que la empresa destinó a galvanizado. Había dos líneas: una dedicada a producto industrial y la otra a automóvil. La inversión en este taller -de algo más de 4,5 millones-, aseguran los trabajadores, transformó la línea de galvanizado industrial. "Y comenzamos a crecer más", concluyeron.

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