-¿Cómo ha afectado a las empresas la subida constante de los impuestos estos últimos cuatro años?
-Cuanta más capacidad de liquidez tienes mejor estás preparado para asumir lo que te viene o para invertir. Parte del juego es saber invertir y, así, mejorar la competencia de las empresas. La moderación en los impuestos libera recursos de las empresas para trabajar mejor. Desde la CEOE hemos pedido una rebaja de los impuestos: que se queden en un 15 por ciento. ¿Por qué? Porque tenemos que crecer.
-¿El grifo crediticio de los bancos vuelve a fluir?
-Sí, aunque todavía estamos lejos de lo que sucedía en los años anteriores a la crisis.
-¿La reforma laboral ha sido óptima?
-La reforma laboral tiene un punto positivo: ha valido para que muchísimas menos empresas cierren. Si no hubiera existido esta reforma hubieran cerrado muchas más de las que lo hicieron porque no hubiéramos sido capaces de solventar la crisis que se nos venía encima. Esto es una realidad palpable, independientemente del hecho de que el paro no es algo bonito para nadie. Cuando las cosas van bien, el empresario lo que quiere es que su gente esté contenta. La reforma laboral, por otro lado, tiene un punto que es necesario que mejore. Esta ley ha conseguido que cantidad de conflictos laborales se judicialicen. La inestabilidad en las relaciones laborales no es buena para la empresa.
