A comienzos de diciembre de 2014 llegó el fondo suizo de capital riesgo Gryphus Partners a la gestión de la empresa Los Telares. Lo hizo con pasos de plomo, con intención de sigilo y sin apenas capital. La notificación del cambio de gestión se hizo sin nombrar a la nueva dirección que había empezado a negociar con la original unos meses atrás (en abril de 2014). La extraña gestión de la compañía empezó a llamar la atención de los sindicatos en la primavera del año 2015. Y empezó a llamar la atención porque, aducían, no compraban mercancía para vender en las tiendas y empezaban a no pagar las rentas de los alquileres de las tiendas. Gryphus Partners adquirió su último pedido en la última semana de 2014. "Y luego ya no hubo nada", denunciaron los trabajadores. La compañía empezaba a no responder a los pedidos y los concesionarios empezaban a no ver material de venta: en Semana Santa tenían material de invierno y no de primavera.

Los impagos a los trabajadores se hicieron recurrentes en el mes de mayo. Gryphus Partners propuso a los trabajadores cobrar la nómina de abril en seis partes y no dijo nada de las pagas extra que no se habían abonado desde septiembre del año pasado.

Las últimas decisiones de Gryphus Partners fueron controvertidas: agentes de seguridad en las puertas, vigilancia al fundador de la compañía e, incluso, registro de bolsas.