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La regulación del mercado alimentario

Vender "fabas" sale caro, hasta 300.000 euros por el uso indebido de la palabra

Una campaña informativa de Consumo siembra la confusión en las tiendas, que ahora publicitan el producto como "alubias" o "habas"

Legumbres a la venta en un comercio avilesino que persiste en la denominación "faba de la granja". IRMA COLLÍN

Una reciente batida informativa que realizaron los técnicos del área de Consumo de la Consejería de Sanidad por colmados avilesinos situados en la plaza de abastos y sus alrededores ha originado gran revuelo sobre la forma de vender las populares fabas de la granja, más en concreto en lo que respecta a la forma de llamar al producto. ¿Se deben llamar fabas, habas, alubias o no se pueden llamar de ninguna manera? Pues entre los tenderos avilesinos, que son presa de la confusión, han surgido opiniones para todos los gustos; es la consecuencia de haber sido advertidos de que la utilización de la terminología "fabas" (o incluso "fabes") está legalmente reservada para la IGP (Indicación Geográfica Protegida) "Faba Asturiana" y en consecuencia no se puede emplear para promocionar legumbres que no tengan el sello distintivo que acredita a los productores incluidos en el consejo regulador de la faba asturiana.

La lectura práctica de lo anterior, y así lo hicieron saber los inspectores de Consumo, es que quienes vendan alubias a granel identificándolas como "faba asturiana" o fórmulas similares se exponen a sanciones que pueden ir de 6.000 a 300.000 euros. Al menos esa es la advertencia que le dejaron por escrito a uno de los comerciantes con los que habló este diario. El tendero en cuestión no lo dudó y, por si acaso, cambió las etiquetas que ponían "fabas de la granja" por otras que ponen "alubias blancas".

"A mí esto me parece una chorrada y que son ganas de marear pero por si acaso ya cambié los carteles que pongo en los sacos de fabas anunciando el precio y de qué tipo son", explicó otro tendero de la ciudad que, en su caso, optó por limitar la información de la etiqueta que identifica a cada legumbre: "blanca", "pardina", "verdina", "roxa"... "Basta mirar dentro del saco para ver que son fabas, pero si no puedo llamarlas por su nombre, pues las tendré que llamar por el apellido", explicó el comerciante.

En una improvisada gira por colmados y fruterías de Sabugo y el entorno de la plaza de abastos, este diario verificó que no hay ni el menor consenso sobre cómo llamar de cara a su venta a granel al ingrediente fundamental del plato típico asturiano: "alubias", "habas" o "legumbre asturiana" son algunas de las denominaciones halladas para llamar a lo que la clientela, en el fondo, sigue pidiendo por su nombre más popular: "fabas" o "fabas de la granja".

No obstante, en algunas tiendas persisten en llamar "a las cosas por su nombre" y recalcan que "lo que tenía que hacer el Principado es ocuparse un poco más del campo, que lo tienen abandonado a su suerte, y tocarnos un poco menos las narices a los comerciantes, que nos tienen fritos con tanta normativa y tantos controles".

Otro que persiste en el uso de la terminología "faba" es el frutero José Carlos Fernández, que se preocupó de asesorarse sobre el asunto. En su tienda vende "fabas de Valdés" y asegura estar dentro de la ley: "Lo que dice la ley es que los tenderos debemos informar al consumidor y poder probar el origen de los productos que ponemos la venta, lo que se conoce como trazabilidad; en mi caso, para las fabas lo hago con una etiqueta pegada al saco donde, para cada tipo de faba que vendo, consta el nombre y el número de registro del productor".

La sensación de los tenderos consultados es que el Consejo Regulador de la IGP "Faba Asturiana" pretende monopolizar el uso de la palabra "faba", lo cual, afirman, "es tan descabellado como que alguien registre el uso de la palabra avellana y luego pretenda impedir que se vendan frutos secos con ese nombre".

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