La costera del bocarte, aún inconclusa, dejó el pasado mes de junio 4.007.184 euros en las rulas asturianas, lo cual es tanto como decir que el apreciado pescado azul tan típico del verano generó la mitad de los ingresos pesqueros en ese periodo, que fueron, para el conjunto de Asturias, de 8.136.547 euros. La lonja pesquera más beneficiada por la que ya se considera la mejor costera del bocarte en los últimos veinte años fue la de Gijón, que vendió 1.046.110 kilos de la especie por un valor total de 2.658.679 euros (a una media de 2,54 euros el kilo). La lonja avilesina también pilló su cacho de este pastel, si bien en menor cuantía que la gijonesa: las subastas pusieron en el mercado 429.326 kilos de bocarte y los ingresos por esas ventas fueron de 1.416.923 euros (a una media de 3,30 euros el kilo). En el caso de Gijón, el bocarte supuso el 82,46 por ciento del valor total del pescado subastado durante el mes de junio y en el caso de Avilés, el 32,55 por ciento. En ambos casos, fue la especie más provechosa desde el punto de vista económico.

Los excepcionales rendimientos económicos del bocarte merecen, no obstante, un matiz pues como señalan los pescadores asturianos "aproximadamente el 80 por ciento de los ingresos por venta de bocarte fue a parar a los bolsillos de armadores cántabros y vascos; la flota asturiana sólo se quedó con un pellizco del total". Este comentario da cuenta de la presencia durante el mes de junio en aguas asturiana del grueso de las flotas cerqueras de Cantabria y el País Vasco, barcos que navegaron hasta la costa asturiana en pos de los bocartes y que tuvieron la suerte de encontrarlos en abundancia.

La exitosa costera del bocarte hubiera sido aún más provechosa si el tamaño medio de los peces se hubiera ajustado en mayor medida a al calibre que demanda la industria conservera. Falló el tamaño del pescado, según los profesionales de la mar, pero aún así hubo lotes que se vendieron a los mejores precios vistos en muchos años: hasta 14 euros por kilo se llegaron a pagar en la rula de Gijón por bocartes idóneos para hacer anchoas y, de media, la cotización de este popular pescado azul superó los tres euros, que llegaron a ser hasta siete euros durante todo el mes de mayo.

La temporada de pesca del bocarte, como ya informó este diario, también deja un poso de satisfacción entre los pescadores por el buen resultado que dio la implantación de un sistema de autogestión de los cupos. Tanto es así que los armadores asturianos de cerco -el tipo de arte con el que se pesca el bocarte- ya abogan por extender la idea a otras especies como la xarda y el chicharro.

Las posibilidades de pesca autorizada por la Unión Europea para la presenta costera del bocarte fueron 222.500 toneladas para toda la flota española del Cantábrico, lo que representa un 46% más que el año pasado y la cifra más alta desde que se reabrió la pesquería en 2010 tras cinco años de veda por la alarmante caída que había registrado la especie. Para el segundo semestre en curso existe una reserva del 10 por ciento del cupo, habiéndose agotado el 90 por ciento restante a fecha 30 de junio.

Aparte del bocarte, la rula de Avilés comercializó el pasado mes de junio más de un millón de kilos de pescado fresco. Las especies más vistas en la cancha de subastas fueron la merluza (345.233 kilos vendidos a una media de 3,39 euros), el bonito (200.818 kilos vendidos a una media de 4,60 euros) y la bacaladilla (159.790 kilos vendidos a una media de un euro el kilo).