La polémica sobre la ordenanza municipal de terrazas y las quejas de los hosteleros sobre los horarios de cierre de las mismas ha abierto un debate sobre el modelo de ocio que tiene Avilés. "¿Qué queremos, una ciudad fantasma por la noche, en la que a partir de las dos de la madrugada las calles estén desiertas?", plantea un hostelero, cuyo sector defiende la necesidad de abordar cambios en el modelo de ocio actual, con el fin de dinamizar el ambiente de la villa y atraer gente de otras ciudades de Asturias, convirtiendo así Avilés en un una referencia del ocio en el Principado. Los profesionales consultados urgen a la administración local mayor permisividad con los horarios de cierre de las terrazas, un mejor aprovechamiento de espacios como el Niemeyer para atraer visitantes y programas festivos que capten al público.

"El modelo actual no funciona. Cuando las celebraciones locales coinciden con fiestas en otros lugares próximos a la villa, los avilesinos optan por marcharse en vez de quedarse en las suyas", señalan algunos hosteleros, que se quejan de la poca capacidad que tiene la villa de competir con otras ciudades y pueblos de Asturias en el sector del ocio nocturno, y que consideran que deben acometerse una serie de mejoras en diversos aspectos y ámbitos de la ciudad.

Ezequiel Dávalos, dueño del local de copas Popul Art del Carbayedo, aboga por una diferenciación con respecto a otras ciudades de Asturias. "Avilés, por su tamaño, no puede competir con ciudades como Gijón. Es necesario por ello plantear una diferenciación a la hora de servir copas, preparándolas de una forma distinta, o bien decantarse por locales pequeños pero especializados", considera Dávalos.

El hostelero también valoró aspectos de Avilés a la hora de atraer turistas, aunque cree que por tamaño quede rezagada respecto a otras ciudades asturianas: "Avilés es pequeña, es pintoresca y tiene zonas bonitas, pero en el momento actual que vive la hostelería en la villa no puede competir con Oviedo y Gijón".

El horario de cierre de las terrazas, que tanta polémica ha generado entre los hosteleros y que tantas quejas ha suscitado, es uno de los principales puntos a modificar, según el sector del ocio nocturno en Avilés. "Para el invierno está bien, pero en verano este horario nos mata. El problema llega en estos meses, ya que es cuando se asoman cuatro días de buen tiempo por Asturias que son aprovechables para los negocios que tienen terraza. La gente sale tarde de cenar y cuando empiezan a tomar copas te encuentras con que tienes que levantar la terraza ya que llega la hora de cierre y no quieres exponerte a una multa", afirmaron diversos profesionales del sector de la hostelería.

La fórmula más demandada para solucionar esta polémica por parte de los empresarios del ocio de Avilés es alargar los horarios de cierre de las terrazas, lo que permitiría a los hosteleros sacar más beneficio de aquellos días de verano en que la temperatura invita a los avilesinos a salir por la noche y a tomar algo en los exteriores de los locales de copas.

"Media hora más de tiempo para el cierre de las terrazas nos daría muchísimo aire para seguir adelante con los negocios. Llevamos siete meses con esta ordenanza y nos está dificultando mucho el salir adelante. El aspecto que tienen las calles de Avilés a partir de las 01.00 horas de lunes a miércoles y las 02.00 horas por el resto de semana, es desértico. Parece una ciudad fantasma", comentaron diversos hosteleros de Rivero.

Los responsables de los locales de ocio de esta zona también afirmaron que "el horario de cierre en otras ciudades asturianas es mucho más laxo durante el verano, y puedes ver a las 04.00 horas en Gijón por ejemplo gente por las terrazas y fuera de los locales tomando algo sin problemas, mientras la policía vigila las calles y tratan de que no haya incidentes. Aquí hay mucho control". Otro hostelero planteó la cuestión de que, si una terraza no produce problemas, no debería desalojarse. "¿Por qué una terraza, si no molesta ni hay ruido, debe cerrarse?", preguntó.

El excesivo celo por parte de la policía, y el estricto control que lleva a cabo sobre los horarios de cierre de las terrazas, ha llevado a los hosteleros a quejarse de las formas de las patrullas policiales a la hora de desalojar las mesas exteriores de los locales. "Se está llevando a cabo una persecución hacia los propietarios de los locales. Nos sentimos como delincuentes mientras trabajamos", comentaron varios hosteleros de Sabugo.

Los responsables de los locales de ocio de la ciudad proponen que la policía tenga más mano izquierda y les permitan trabajar "tranquilos y sin miedo", evitando tener que recoger pronto las terrazas por temor a una posible sanción. "Lo único que queremos es trabajar para sacar adelante el negocio. Conforme se acerca la hora del cierre de terraza, tenemos que decirle a la gente que por favor se vaya. Por poco tiempo que te puedas pasar de la hora fijada, te expones a multas que en muchos casos ha significado un cierre de un local", explicaron diversos hosteleros de Carbayedo, que han visto cómo varios compañeros han tenido que echar el candado debido a varias sanciones.

"La policía cumple órdenes, hace su trabajo, pero debe ser en todos los sitios así. No puede ser que aquí en Avilés sea más estricta mientras que en otras ciudades se permita mucho más", sostiene un hostelero de Rivero, que reitera la necesidad de "una mayor mano izquierda con la hostelería". "Por 15 minutos que te pases de la hora del cierre de terraza, te pueden multar con 500 euros si es la primera multa. Esto nos perjudica totalmente a la hora de hacer las cuentas a final de mes", asevera.

El aprovechamiento de los lugares más conocidos de la ciudad y de la privilegiada localización de muchos de estos es uno de los puntos que, según los empresarios del ocio avilesinos, debe mejorarse si se quiere convertir la villa en un referente atractivo para la gente de fuera de Avilés.

"Tenemos el Centro Niemeyer como el mayor exponente de la ciudad en estos momentos y no sabemos sacarle jugo y aprovecharlo de forma plena. Es imprescindible darnos cuenta de lo que tenemos y saber usarlo bien, no puede ser que no saquemos partido a los puntos emblemáticos de la ciudad mientras que en otros lugares cercanos a nosotros sí lo hacen", claman desde el sector de la hostelería.

Castrillón, un ejemplo

Los hosteleros avilesinos también se quejan del programa de las fiestas en la villa, y ponen de ejemplo de buen hacer en este sentido el trabajo que desarrollan en el concejo castrillonense. "Avilés se vacía cuando hay fiestas en Castrillón. Si coinciden celebraciones en ambos concejos, los avilesinos se van para allí. Con que el programa festivo de aquí se pareciese un poco al de Castrillón, ya sería un éxito", sostienen algunos de los consultados. Y es que, según estas mismas versiones, la falta de artistas y orquestas de renombre en las fiestas de Avilés es uno de los motivos por los que los avilesinos deciden marcharse a otras ciudades y pueblos cercanos para asistir a un concierto de un grupo o cantante conocido.

El sector hostelero avilesino, que ve próximo el mes de agosto, en el que se concentran la mayor parte de las fiestas en Avilés, defiende que el modelo actual "debe cambiarse cuanto antes". "Estamos a las puertas de agosto y podríamos tener la oportunidad de al menos aprovecharlo bien, pero ahora mismo es imposible. Se están perdiendo puestos de trabajo y muchos locales no saben como hacer frente a la delicada situación económica que atraviesan", explica otro de los hosteleros consultados

"Son tiempos muy difíciles. A menores ingresos, si le sumas más impuestos, más tasas y más multas, te ves condenado a trabajar para poder pagar las sanciones y las tasas y no puedes mantener a los empleados", explicaron varios hosteleros avilesinos, que anhelan el abordaje de estos asuntos y problemáticas de forma rápida y profunda por parte del Ayuntamiento, para poder revitalizar un sector que ve que se le están acabando el tiempo para poder sacar caja en lo que resta de verano.