El futuro del sector aluminero en España pende del hilo de la tarifa eléctrica, pero no sólo: también de un compromiso cierto con la producción de aluminio primario, que es una materia prima que poco a poco está pasando a la historia. Su producción es cara y los beneficios que reporta, escasos. Esto es, al menos, lo que considera la sección intercentros de Comisiones Obreras (CC OO) en la multinacional Alcoa.

El órgano coordinador sindical se reunió ayer en Avilés bajo la presidencia de José Manuel Gómez de la Uz -que también preside el comité de la fábrica de Avilés- para reclamar a la dirección de la compañía claridad: "Tienen que decir si quieren seguir y, si es así, cómo pretenden hacerlo", apuntó De la Uz para, posteriormente, añadir: "Alcoa se hizo con la fábrica de Avilés hace 15 años. La última vez que invirtió en ella -y en la de La Coruña, que son gemelas- fue en 2006. Ha abandonado su mantenimiento y eso hace que algunas instalaciones estén obsoletas. Me refiero a la subestación o la zona de colada de aluminio", denunció. "No existe plan de inversiones y se lo venimos exigiendo desde hace años. Sin inversiones, la planta se achatarra sola", añadió José Manuel Casado, responsable nacional de metalurgia de CC OO.

Pero la mirada de los sindicalistas no se enfocó únicamente a los directivos de la compañía -aunque celebraron que Rubén Bartolomé, el nuevo presidente en España, "sea español, sea de la casa y conozca el proceso", dijo De la Uz-. "Hemos analizado el anuncio de la subasta de la interrumpibilidad eléctrica (el dinero que cobran los grandes consumidores por desengancharse de Red Eléctrica) y hemos concluido que, aunque no nos gusta, es el mejor modo que tienen las empresas de abaratar costes", aseguró De la Uz. "Y no nos gusta por el corto espacio temporal que pretende (sólo un año). Alcoa tiene que pujar de la misma manera en sus tres fábricas españolas. También queremos que Red Eléctrica adecue la oferta a la demanda: el año pasado 11 fábricas competían por 9 bloques de 90. Nos quedamos fuera Avilés y La Coruña", concluyó De la Uz.