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FERNANDO RUBIERA MOROLLÓN | Coordinador del Laboratorio de Análisis Económico Regional de la Universidad de Oviedo

"El envejecimiento ofrece oportunidades económicas interesantes de aprovechar"

"En Asturias tenemos un sector sanitario público y privado muy potente con el que montar una estrategia de desarrollo fuerte para la región"

Fernando Rubiera Morollón, ayer, en la residencia de La Granda. IRMA COLLÍN

España envejece a paso ligero. En el año 2050, las personas mayores de 65 años superarán el 40% de la población; actualmente suponen alrededor del 20%. Fernando Rubiera Morollón, coordinador del Laboratorio de Análisis Económico Regional de la Universidad de Oviedo, participante en los cursos de La Granda, analiza a continuación los efectos del envejecimiento.

-Sólo se habla de los aspectos negativos del envejecimiento. ¿Los tiene positivos?

-Existen análisis que descubren que algunos de los presupuestos que se hacen sobre el envejecimiento no están tan claros, incluso algunos son inversos. Siempre se pensó que envejecimiento es igual a menos emprendimiento, creatividad o empresa y lo que se ha encontrado en toda la evidencia empírica es justo lo contrario. Es decir, a mayor envejecimiento, más emprendimiento y más creatividad si se da una condición: que haya unas buenas pensiones por jubilación y que la población mayor tenga un alto nivel de formación.

-¿Qué diferencia a los mayores de hoy de los del mañana?

-Los cortes de edad que se han envejecido hasta ahora son gente con rentas bajas, que no tuvo acceso a la universidad. Pero el futuro envejecimiento va a ser gente con alto poder adquisitivo y formación. Esto hace cambiar muchas ideas y planteamientos.

-¿Es posible frenar el envejecimiento?

-Cualquier política que trata de hacerlo fracasa porque el envejecimiento continúa. Lo único posible es limitarlo moderadamente, pero es como intentar frenar el mar. Lo que sí puede ser interesante es tratar de aprovechar las potencialidades económicas que arrastra ese envejecimiento. Sectores vinculados a la salud, el turismo o el ocio pueden crecer en torno a los mayores y generar actividad económica.

-Entonces, la vejez puede mover la economía del país

-Aunque sea una paradoja, el envejecimiento puede generar rejuvenecimiento. Los territorios que mejor se preparan para el envejecimiento son los que menos envejecen porque atraen muchos sectores que tienen un crecimiento muy fuerte y que son de alto valor añadido: de producción óptica, farmacéutico, prótesis... Sólo economías muy prósperas son capaces de entrar en estos sectores. La cuestión es: ¿por qué no aprovechamos que Asturias está envejecida, que es una región muy cualificada y que tiene sectores económicos potentes para volcarse en esta población? En lugar de mirar el envejecimiento como algo de lo que huir hay que intentar convertirlo en un aspecto positivo. Se trata de cambiar el enfoque político. Ya que no podemos frenarlo porque es inevitable, afrontémoslo y pongámoslo de nuestra parte.

-El envejecimiento conlleva enfermedad e incapacidad. El sector de la salud también tiene mucho que decir.

-En ese sector existen oportunidades muy interesantes. Tenemos un sector sanitario público y privado muy potente. Aquí se puede montar una estrategia de desarrollo fuerte para Asturias. La idea es hacer del envejecimiento un punto a favor de un sector que en el futuro va a crecer muchísimo. Genera muchos puestos de trabajo y de alto valor añadido. Nos hemos fijado siempre en captar inversiones en informática y nuevas tecnologías por las sinergias que conlleva, pero Oviedo cuenta con ventajas muy grandes para tener un sector de la salud internacional que sea una de las fuentes de desarrollo estratégico de la ciudad.

-¿El envejecimiento crece de forma homogénea en el país?

-No, hay desequilibrios muy fuertes. O construimos un modelo de financiación de la sanidad y de las pensiones que tengan en cuenta las diferencias o nos enfrentaremos a un problema serio.

-¿Habla de evitar las políticas homogéneas?

-Hay que crear políticas a la carta. Teníamos un modelo consistente en adaptar los resultados a cada lugar y éstos no son uniformes, cambian mucho de un punto a otro; lo que es bueno en uno es malo en otro. En cada sitio, dependiendo del nivel de envejecimiento, hay que actuar, bien para frenarlo si es posible, bien para convertirlo en un aliado.

-El envejecimiento es más acusado en el entorno rural. Los pueblos tienen a convertirse en núcleos fantasmas

-Hay zonas rurales que se reconfiguran. Llanes o Ribadesella, por ejemplo, tendían al envejecimiento pero han conseguido frenarlo con políticas vinculadas al turismo y a la segunda residencia. A día de hoy, sus cifras de envejecimiento están a niveles similares a Oviedo, Gijón o Avilés. Sin embargo, en la otra costa y, sobre todo, en las localidades del interior del occidente se da un comportamiento completamente distinto. Ahí sí es difícil revertirlo. Las diferencias obligan a adaptarse a cada lugar. Frente al oriente de la región, que puede continuar con el dinamismo turístico, en el occidente se deberían aplicar políticas tendentes a proteger los recursos naturales para que el abandono que será paulatino y progresivo no se convierta en una degradación.

-En España, las autonomías del noreste envejecen más lentamente. ¿A qué se debe?

-Hay varias razones. Es una zona más dinámica económicamente y atrae a población joven. Ahí se concentran las principales ciudades. Además, recibió mucha emigración que ha frenado el envejecimiento. El noroeste es todo lo contrario: más rural, menos dinámico y de poca inmigración.

-Lo que quiere decir que se necesitan inmigrantes

-No se hablaba del envejecimiento cuando España recibía un millón de inmigrantes al año. Aunque la población española envejecía, se rejuvenecía con la entrada de gente de fuera y la ecuación se resolvía; quedaba equilibrada. Se empezó a hablar de este asunto en el momento que se frenó la entrada de extranjeros. La clave es atraerlos y al mismo tiempo desarrollar políticas pensadas para el envejecimiento.

-¿Y cómo retener a los jóvenes?

-La marcha de la población joven está vinculada al desarrollo económico. Se ha puesto mucho foco en la natalidad pero si consigues estimular el número de nacimientos y años después los jóvenes emigran, esas medidas no han tenido ningún efecto. Madrid es la ciudad con la natalidad más baja de España y, sin embargo, no ha envejecido porque atrae a la juventud de todo el país. Madrid, al igual que otras grandes urbes evitan el envejecimiento.

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