Un acero que se limpia solo, otro que incorpora módulos fotovoltaicos capaces de generar energía, un tercero que multiplica por tres la capacidad de repeler el calor que tienen sus predecesores y también los que tienen la propiedad de autoregenerarse en casos de oxidación o los que pesando menos mantienen intactas sus cualidades mecánicas. Parecen materiales de ciencia ficción, pero todos están en el catálogo de Arcelor-Mittal y, además, guardan relación de una u otra forma con Asturias. Algunos de esos aceros revolucionarios son fruto del trabajo de los investigadores del centro de I+D de Arcelor en Avilés, otros se van a fabricar en la línea de galvanizado de Trasona y el resto podrán ser realidad en alguna planta siderúrgica del mundo previo desarrollo en Asturias de los procesos industriales necesarios para su producción a escala industrial. De este modo, la siderurgia asturiana -que hasta la fecha destacaba especialmente por ser capaz de proporcionar soluciones de vanguardia a la industria automovilística- pone una pica en el sector del acero para la construcción, que Arcelor quiere relanzar en el marco de su estrategia de diversificación y búsqueda de nuevos escenarios de oportunidades para productos de alto valor añadido.
Arcelor-Mittal, según explica un responsable de la compañía, "cuenta con un amplio catálogo de productos y soluciones para la construcción que cubre las necesidades de constructores, ingenieros y arquitectos en lo referente a estructuras, forjados, cubiertas, sistemas constructivos, interiores, etc. El catálogo de soluciones en acero de la compañía responde a las exigencias actuales de eficiencia energética, seguridad o durabilidad, entre otras".
Son varios los aceros pensados para su uso en el sector de la construcción que avalan la anterior afirmación: el "Granite", con una alta resistencia a la corrosión y a la abrasión; el "Aluzinc", que destaca por sus excelente propiedades de reflectividad térmica y lumínica; el "Magnelis", que tiene la capacidad de autoreparar sus bordes cuando es cortado para evitar la oxidación; o el "Phoster", ideado para su aprovechamiento como productor de energía gracias a las células fotovoltaicas que incorpora en su estructura .
El más reciente de los proyectos innovadores en el campo de los revestimientos para construcción es el citado "Phoster", financiado por la Unión Europea y que tiene por objetivo proporcionar un prototipo de tejado solar universal de acero incluyendo módulos fotovoltaicos finos y flexibles en el sustrato. Según explican desde Arcelor, "la oferta actual del mercado pasa por colocar módulos fotovoltaicos sobre los tejados. 'Phoster' aspira a superar esa tecnología aplicando recubrimientos semiconductores directamente a los aceros. Con este avance tecnológico, Arcelor-Mittal anticipa la evolución del mercado europeo de energía solar, que espera que en 2020 el 10 por ciento de los revestimientos de los edificios produzcan energía solar".
Específicamente, el Centro Global de I+D ubicado en Avilés trabaja activamente en el desarrollo de procesos que permitan la producción industrial de los nuevos aceros dedicados a la construcción, así como en la mejora de los productos existentes. "Cabe destacar en este sentido el trabajo en procesos de enfriamiento y recubrimiento simultáneo en productos galvanizados que mejoran las propiedades estructurales y resistencia a la corrosión", señala un portavoz de la empresa en alusión al sistema productivo conocido como "zinc quench" y que ha sido implantado en una de las dos líneas de galvanizado de Avilés.
La labor desarrollada por la división de I+D de Arcelor-Mittal para mejorar los productos relacionados con la construcción se fundamenta, según explican en la empresa, "en una filosofía de trabajo basada en la co-ingeniería con los clientes; es decir, colaboramos estrechamente con ellos desde la fase de predesarrollo -que incluye la búsqueda de nuevos materiales-, hasta la producción en serie, donde se ofrece el soporte en la fabricación y la optimización de la especificación del acero, pasando por la asistencia en la fase de diseño, prototipado y pruebas".
Otro campo donde Arcelor cree haber cobrado ventaja con sus aceros especiales para hacer casas es en el logro de productos galvanizados de alta resistencia galvanizados que permiten aligerar las estructuras metálicas, disminuyendo el espesor sin perder resistencia mecánica. "Esto se traduce en espacios diáfanos de mayor amplitud y en construcciones modulares más flexibles y adaptables a los requerimientos del cliente", comenta el portavoz de la compañía siderúrgica.
De las líneas de galvanizado de Avilés salen esos aceros de alta resistencia, previamente desarrollados en los departamentos de I+D de Arcelor-Mittal, para aplicaciones que requieren disminuir peso. Esa filosofía se inició por las exigencias de la industria del automóvil, empeñada en disminuir el consumo de combustible aligerando las carrocerías. De ese modo han acabado por interconectarse dos sectores básicos para Arcelor-Mittal en Asturias, como son el automóvil y la construcción, trasladando a este último la modularidad y ligereza de los aceros desarrollados para fabricar automóviles.
Asimismo, se han desarrollado en el departamento de I+D productos galvanizados respetuosos con el medio ambiente y la salud, dentro de la línea de productos que Arcelor-Mittal denomina "Granite Nature", de los que se han eliminado sustancias perjudiciales, como pueden ser compuestos en base cromo hexavalente. De esta forma los productos de acero galvanizado, desarrollados en Avilés y pintados en las instalaciones de la compañía en Legasa (Navarra), son sostenibles medioambientalmente y cumplen con todas las garantías de resistencia a la corrosión exigidas por las normas internacionales.
La casa piloto fabricada en acero que luce desde esta semana en las afueras del centro de I+D de Arcelor en Avilés será escenario, según los planes de la empresa, de diferentes pruebas experimentales con todos estos nuevos aceros revolucionarios y otros que aún no han visto todavía la luz.
