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Polémica religiosa en el concejo

La feligresía de Piedras Blancas rechaza la marcha de las Hijas de la Caridad

Las tres monjas, que llevan más de tres décadas en la localidad, serán trasladadas a otras zonas por decisión superior de la orden religiosa

Los feligreses de Piedras Blancas y los vecinos de la localidad castrillonense han recibido con pesar la noticia del traslado de las monjas de la orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, que llevan más de tres décadas en el concejo. Los feligreses se están organizando para apoyar la permanencia en Piedras Blancas de las hermanas. La recogida de firmas o las concentraciones son algunas de las alternativas que sopesan impulsar los vecinos. Actualmente hay tres monjas de la congregación realizando labores de apoyo en la parroquia con los enfermos y mayores, principalmente.

La decisión de trasladar a las hermanas procede de la orden religiosa a la que pertenecen, según los feligreses. "La justificación es que las necesitan en otras localidades. Trasladarán a dos y la tercera, que ya es muy mayor, irá a una residencia de la orden, creemos que a León", explicó un feligrés.

Las monjas gestionan un bajo en la calle Gijón al que acuden los vecinos a realizar actividades. Además, forman parte de Cáritas y participan activamente en las actividades de la parroquia. Desde hace años organizan también actividades infantiles, sobre todo en Carnaval. La orden de las Hijas de la Caridad recibió el premio Príncipe de Asturias de Cooperación en 2005. Las monjas de Piedras Blancas dependen de la provincia canónica de Gijón, a la que pertenecen las hermanas ubicadas en Asturias, León y Galicia.

La orden de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl se fundó en Francia en 1633. La congregación fue fundada por San Vicente de Paúl y Luisa de Marillac con el nombre de Hijas de la Caridad y posteriormente se le agregó el nombre de su fundador para distinguir esta congregación de las distintas comunidades de caridad que, de un espíritu similar, se desarrollaron posteriormente por toda Francia y otros países de Europa.

La marcha de las monjas era un rumor que corría por Piedras Blancas en las últimas semanas. El párroco de la localidad, Juan Manuel Suárez, hizo público en las misas que celebró el pasado domingo la decisión de la orden religiosa de llevarse a las hermanas a otro destino. "Las monjas llevan años ayudando a los vecinos que lo necesitan. Están totalmente integradas en la vida castrillonense y creemos que ya no tienen edad para traslados de ese tipo", señaló una vecina. "El párroco y el Arzobispado no pueden hacer gran cosa para retener a las monjas pues la decisión viene de la orden, de arriba, porque dicen que las necesitan, pero nosotros también", dijo. Los vecinos de todas las edades están dispuestos a luchar para que las monjas se queden.

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