Una decena de veleros se congregó ayer por la mañana en la bocana de la ría de Avilés, donde comenzó la travesía náutica entre los puertos de Avilés y San Esteban de Pravia. En la actividad participaron miembros del Club Náutico Marina de Avilés y del Club Náutico Virgen del Carmen. La singladura tenía una distancia de diez millas náuticas y una duración estimada de dos horas, bordeando la castrillonense isla de la Deva.

"También se nos unirán por el camino una embarcación procedente del puerto de Gijón y quizás algunas de Luanco", explicó Mario Bada, Presidente del Club Náutico Marina de Avilés. Los veleros avanzaron a velocidad lenta, para llegar todos al mismo tiempo. "No se trata de una competición", justificó Bada.

A su llegada a tierra se celebró una comida entre patrones y tripulantes de los dos puertos, como es habitual en este tipo de travesías estivales.