La sustitución de las luces que iluminan el casco histórico por bombillas led va camino de convertirse en el culebrón del verano. El PSOE defiende la medida con afán de ahorro, y Ganemos asegura sin embargo que es un derroche. El portavoz de Ganemos, Agustín Sánchez, explicó ayer sus argumentos: "Las luminarias actuales son de vapor de sodio. Las de 150 vatios tienen una intensidad lumínica de 14.000 lúmenes. Las led que se quieren instalar de 60 vatios tienen una intensidad lumínica de unos 4800 lúmenes. Eso se llama disminuir la intensidad de luz". Por eso asegura que, si el objetivo es ahorrar, sería más fácil "desenroscar una bombilla y cambiarla por otra de menor potencia, en lugar de cambiar toda la luminaria, porque con las led sólo se puede conservar el soporte".

Sánchez añadió que el trabajo de los técnicos es adecuado, "pero en las 186 páginas no hay estudio de otras alternativas, supongo que porque nadie se lo pidió". En definitiva, Ganemos "regala" al PSOE la idea: "Simplemente cambiar las bombillas actuales por otras de sodio de menor potencia (que estas si que sólo sería enroscar y desenroscar), y más baratas, según se van gastando, conseguirían el mismo ahorro de consumo, con un 10% del coste".