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CÉSAR DOPAZO GARCÍA | Profesor emérito de la Universidad de Zaragoza

"Ni las renovables son progresistas, ni la nuclear, de derechas; hay que pactar"

"La inversión es muy alta, pero cuando se amortiza una central, al cabo de treinta años, se convierte en una máquina de hacer dinero"

César Dopazo García, ayer, en La Granda. RICARDO SOLÍS

César Dopazo García fue, durante décadas, catedrático de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza. Actualmente es profesor emérito de la misma institución y, desde 1994, académico de la Real de Ingeniería. Dopazo desentrañó ayer los secretos de la energía nuclear en el curso "En busca de un paradigma energético" que se despide esta mañana en la residencia de La Granda. Atendió a LA NUEVA ESPAÑA a la hora del café, cuando el sol está más alto y el entorno del chalé de Arcelor más hermoso.

-Le ha tocado hoy bailar con la más fea: la energía nuclear.

-La energía nuclear viene marcada desde el origen por el uso militar que se hizo de ella, pero no podemos olvidar que es un descubrimiento de Albert Einstein. Yo creo que es uno de los hallazgos más sublimes de la mente humana. Le hablo de la famosa equivalencia entre la masa y la energía, todo esto de Einstein que usted ya sabe. Así que tenemos que comienza asociada a los usos militares y, más adelante, tenemos que admitir que quizá se precipitó su salida al mercado: no se hizo la investigación necesaria en los años 50, 60 y 70. Quizá se tenían que haber empleado aquellos años en investigar la seguridad, los residuos... Pero dicho esto, fíjese que no ha habido grandes accidentes.

-Pero cuando los ha habido, han sido muy gordos.

-Es cierto, cuando los ha habido han tenido una relevancia y una resonancia en la opinión pública tremenda. Chernóbil es un ejemplo.

-O Fukushima.

-También. Chernóbil es un ejemplo de lo que no se tiene que hacer con la energía nuclear, sobremanera, cuando debemos tener en cuenta el desbarajuste tremenda en la Unión Soviética en sus últimos años. Chernóbil no cumplía los requisitos mínimos de tal modo que en un país occidental no hubiera sido autorizada: no tenía los edificios de contención necesarios, estaba instalada en una zona inadecuada...

-¿Y qué sucedió en Fukushima?

-Pues que hubo una imprevisión. Los japoneses tienen una cultura de seguridad tremenda, pero no se dieron cuenta de que no podían poner a diez metros de altura, en una zona sísmica, donde los tsunamis están a la orden del día, unos depósitos de combustible que te accionan las bombas de refrigeración de la central. Eso es inexplicable y fue el accidente más grave que hubo en la historia de la energía nuclear.

-Y, pese a todo, transformar la energía nuclear resulta barato.

-La inversión inicial es muy alta. Los costes financieros también son muy altos, principalmente, porque son períodos largos de construcción. En contraprestación, la generación del kilovatio hora es muy barato. Cuando se amortiza una central nuclear, al cabo de treinta años, se convierten en una máquina de hacer dinero. Pero, bueno, muchos colegas en esto de la energía, cuestionan esto de lo que estamos hablando. Defienden algunos compañeros un régimen diferente y la imposición de tasas suplementarias por el kilovatio hora. Esto es lo que tenemos que decidir, pero lo tienen que hacer todos los partidos de común acuerdo.

-¿Por qué la energía española es tan cara?

-Creo que, excepto Malta y algunos países pequeños, el kilovatio hora español es el más caro.

-¿Pero por qué?

-Por el sistema que tenemos de resolver la tarifa eléctrica. Incluimos en ella cosas que no tienen que ver ni con la generación de energía ni con su transporte ni con su distribución. Lo que sí que incluyen es la subvención a la puesta en marcha de las energías renovables. Pienso que esto es una equivocación imputable a los políticos. Las energías renovables tienen que entrar en el mercado como todas las demás: con subvenciones al principio, pero no prácticamente "sine die", a 25 años. También incluimos en ella la subvención de la energía eléctrica, el suministro a las islas. Sí, es más caro y eso también se incluye en el recibo de la tarifa, en vez de llevarlo a los Presupuestos Generales del Estado. Si queremos mantener Canarias y Baleares tendremos que asumir que hay que pagar un poco más. Por eso es más caro: por los pagos espurios, los que no tienen que ver con la energía.

-Y la otra dificultad está en las interconexiones con Europa.

-Este es un problema serio. Tenemos en Francia a nuestro mejor amigo-enemigo. Teniendo a Francia como amigo, no necesitamos más enemigos. Las interconexiones eléctricas y las gasistas las han dificultado enormemente. Europa tiene problemas de suministro de gas por el problema de Ucrania. Nosotros tenemos siete plantas regasificadoras, así que seríamos el lugar ideal para distribuirlo y cubrir el 20 por ciento del gas que precisa el continente. Bueno, pues eso no lo tenemos porque Francia no lo ha facilitado. En energía eléctrica deberíamos tener las conexiones con su potencia ideal, pero nada. Francia vende energía nuclear a Italia y a todos los países de su entorno.

-¿Qué futuro tiene la energía nuclear?

-Deberíamos mantener los ocho grupos que tenemos hasta el año 2048. Así tendríamos opción de pensar qué hacer con ella, pero es que ningún partido político quiere tomar la decisión. Dicen: "No, no, que no me asocien con la energía nuclear". Ni las renovables son progresistas, ni la nuclear, de derechas; precisamos un pacto de Estado porque no podemos seguir así. Lo hicieron en Francia y no les va del todo mal.

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