Decenas de fieles se reunieron ayer en la ermita de la Consolación en Nubledo (Corvera) para rendir homenaje en forma de misa y procesión a Nuestra Señora de la Consolación. La ceremonia comenzó pasadas las 12.00 horas en un templo que estuvo tan concurrido que obligó a que muchos devotos de la Virgen tuvieran que quedarse durante la celebración a las puertas del mismo.

Una vez terminado el rito, varios de los presentes cargaron con la imagen de la Virgen a hombros para portarla hasta el Campo de la Consolación, un camino que realizaron acompañados por el público y el sonido de las gaitas de la banda de Corvera. "Venimos todos los años, y lo seguiremos haciendo mientras podamos", aseguró María Teresa Bango, una de las muchas devotas de la Consolación. "Es un momento muy emocionante, y esto demuestra que es una pena que la ermita sólo se abra para un par de celebraciones al año", añadió Bango.

En la misma línea, Miguel Ángel Bernardo, corverano y fiel de Nuestra Señora de la Consolación, afirmó tener "una gran devoción" por la Virgen. "Llevo más de 50 años viniendo, y para mí esta fecha es muy importante", explicó.

Tras un itinerario por el Campo de la Consolación, la imagen fue llevada de vuelta a la ermita ante la atenta mirada de unos fieles que ya cuentan los días para volver a reunirse en el templo y ver andar en volandas a su adorada Virgen.