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Asturias estrena un hospital móvil para las juergas multitudinarias

LA NUEVA ESPAÑA pasa una noche con el personal de la unidad móvil que se instala en acontecimientos de gran concurrencia, como el Carnaval de Luanco

zona de cuidados intensivos. Abad, rodeado de monitores, respiradores y material médico en una de las salas.

Más vale prevenir que luego lamentar. Con esa filosofía, Transinsa, la empresa concesionaria del transporte sanitario en Asturias, organizó un auténtico hospital de campaña con motivo de la celebración del Carnaval de verano en Luanco el pasado viernes. El dispositivo, instalado en el parque de Zapardel de la capital gozoniega, estuvo compuesto por un novedoso camión habilitado para cuidados intensivos -de hecho se ha estrenado este mes-, una uvi móvil, una ambulancia colectiva, otra convencional y una carpa; además de contar con cuatro técnicos, dos enfermeros y una médico.

Durante la noche carnavalera, pasaron por esa especie de hospital de campaña 35 pacientes, de los que sólo dos tuvieron que ser derivados al Hospital San Agustín de Avilés. "La ventaja que implica realizar este tipo de despliegue in situ es que conseguimos no saturar los centros de salud y hospitales en fechas festivas señaladas como pueden ser el Xiringüelu o el Carnaval de Luanco, entre otras", explica Pablo Abad, coordinador del dispositivo instalado por Transinsa en Luanco.

Aunque fue inaugurado en Gijón, la auténtica prueba de fuego de este novedoso servicio fue el pasado día 9 con motivo del Xiringüelu en Pravia, donde por el hospital de campaña pasaron 242 personas, de las que sólo siete fueron trasladados a otros centros hospitalarios. "Además de suponer un desahogo para el resto de servicios sanitarios, evitar los transportes supone un importante ahorro económico. Son todo beneficios", argumenta Abad.

El camión medicalizado, la joya de la corona de Transinsa, está dividido en tres espacios o salas. Una de ellas está destinada a cuidados intensivos y cuenta con una rampa eléctrica para el acceso de camillas y sillas de ruedas, monitores, un desfibrilador con paletas, bomba de perfusión o respiradores. "Lo mismo que una uvi móvil, pero en un espacio mucho más amplio", explica Abad.

La zona central se usa para atenciones intermedias. Aquí se recibe a quienes requieran asistencia médica no urgente y posee equipamiento para realizar curas o suturas, además de disponer de una amplia variedad de medicamentos. La tercera sala está dotada de dispositivos de comunicación, equipos informáticos, una sala de espera y baños. Además, frente al camión se instala una carpa con sillas y dos mesas para realizar las atenciones más sencillas. "Esta zona nos permite atender a la vez a siete u ocho pacientes con lesiones menores a la vez", afirma Abad. El más amplio y moderno despliegue tecnológico, más siete profesionales sanitarios, para que las fiestas asturianas sean más seguras.

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